El prestigioso club Boca Juniors ha quedado sin director técnico después de que Diego Martínez anunciara su renuncia el pasado sábado, tras la tercera derrota consecutiva del equipo en la Liga Profesional de Fútbol. El anuncio se produjo minutos después de que Boca cayera 2-0 ante Belgrano en Córdoba, cerrando una semana negra para el conjunto xeneize que ha visto cómo sus aspiraciones en el campeonato local se desmoronan rápidamente.

El ciclo de Martínez al frente de Boca parecía tomar un rumbo irreversible tras una seguidilla de malos resultados. Ocho días antes de su dimisión, Boca sufrió una dolorosa derrota en La Bombonera al perder por 0-1 en el superclásico ante su acérrimo rival, River Plate, lo que generó críticas de los hinchas y prensa deportiva. Esta caída en el duelo más importante del fútbol argentino dejó al equipo tambaleando, y la posterior derrota ante Racing Club agudizó la crisis. La tercera derrota ante Belgrano fue el golpe definitivo que llevó a Martínez a tomar la decisión de dar un paso al costado.

Boca vive un momento crítico

Después del encuentro en Córdoba, Martínez compareció ante los medios, pero esta vez no hubo lugar para analizar el partido. En lugar de las habituales respuestas sobre tácticas y planteamientos, el entrenador sorprendió a todos al anunciar que había decidido renunciar.

“Hoy no va a haber el ida y vuelta que tenemos para hablar de fútbol, simplemente para informarles que presenté la renuncia. Hablé primero con la gente del Consejo, después con el presidente y después con los futbolistas. No vamos a continuar en nuestra función como cuerpo técnico”, expresó con serenidad.

Martínez, que había llegado al club con la promesa de revitalizar a un Boca Juniors que parecía necesitar nuevos aires, no logró cumplir con las expectativas en su totalidad. Dirigió 45 partidos al frente del equipo, consiguiendo 20 victorias, 15 empates y 10 derrotas. A pesar de algunos momentos destacados, la falta de consistencia fue su principal talón de Aquiles.

Si bien Boca bajo la dirección de Martínez tuvo algunos destellos de buen fútbol, los resultados en los torneos más importantes no acompañaron. Bajo su mando, el equipo cayó en semifinales de la Copa de la Liga Profesional frente a Estudiantes de La Plata, lo que dejó un sabor amargo en la hinchada. Además, fue eliminado en los octavos de final de la Copa Sudamericana a manos de Cruzeiro, lo que acabó con las ilusiones del club de volver a competir a nivel continental.

En cuanto a la liga local, Boca ha quedado rezagado en la tabla de posiciones, lo que aumentó la presión sobre el cuerpo técnico. La única competencia en la que el club mantiene esperanzas es la Copa Argentina, donde debe disputar los cuartos de final frente a Gimnasia y Esgrima La Plata. Sin embargo, el futuro inmediato del equipo parece incierto sin la dirección de un técnico consolidado.

A pesar de los malos resultados, Martínez fue claro en sus palabras, asumiendo su parte de responsabilidad, pero también dando a entender que su salida podría ser lo mejor para el club en este momento de crisis.

“Creo que en este momento, si bien somos todos responsables, lo más sano es que nosotros dejemos el cargo para que los muchachos puedan salir adelante. Estoy agradecido a la institución y al presidente por confiar en mí”, añadió el técnico, demostrando respeto hacia la entidad y sus jugadores.

Mientras el Consejo de Fútbol de Boca Juniors trabaja para encontrar un nuevo entrenador que pueda enderezar el rumbo del equipo, la dirección técnica será asumida de manera interina por Mariano Herrón, actual entrenador de las divisiones inferiores del club. Esta no es la primera vez que Herrón toma las riendas del primer equipo, ya que previamente había sido nombrado interino tras las salidas de Sebastián Battaglia y Jorge Almirón en 2023.