El hijo del famoso actor español Rodolfo Sancho, un joven de 29 años reconocido por ser un chef y youtuber, se encuentra en prisión en Tailandia desde este lunes, tras haber confesado el asesinato de Edwin Arrieta Arteaga.
Daniel Sancho llegó a la isla de Koh Phangan el 31 de julio, donde se encontró con la víctima, un cirujano plástico colombiano cuyo cuerpo fue hallado días después desmembrado en un vertedero y en el mar.
El joven, que no siguió los pasos artísticos de su padre ni su abuelo, Sancho Gracia, asegura que era su «rehén» y que sentía que estaba en una «jaula de cristal», algo que le llevó a cometer el crimen: «Cada vez que intentaba alejarme de él, me amenazaba», afirmó.
*HILO*
Daniel Sancho, hijo del conocido actor español Rodolfo Sancho, ha confesado a las autoridades tailandesas, el presunto asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta, cirujano colombiano amigo y socio del propio Daniel. Se podría enfrentar a la pena de muerte!! pic.twitter.com/dKifCcftNj
— Araknne (@Araknne1) August 8, 2023
Durante estos días, los agentes locales han reconstruido el crimen con la ayuda de Sancho. Este miércoles, la policía tailandesa le ha acusado de asesinato premeditado, delito castigado con pena de muerte.
Hasta el momento, se han encontrado siete partes de las 14 en las que el cadáver de Arrieta fue desmembrado, según confesó Sancho a la policía durante los interrogatorios.
Confesión de Daniel Sancho
Fue el hijo de Rodolfo Sancho quien reportó ante las autoridades tailandesas la misteriosa desaparición de su amigo.
Según reportó el Bangkok Post, los dos cenaron en un restaurante de la isla el 1 de agosto. Poco después el español fue captado por cámaras de seguridad comprando cuchillos, guantes de goma, bolsas de basura y utensilios de limpieza en una tienda.
El jueves 3 de agosto, los medios locales informaron que un recolector de basura había encontrado una pelvis cercenada e intestinos humanos escondidos en una bolsa alrededor de las 12:30 p.m. en un vertedero de la isla.
Según informa el diario Bangkok Post, el chef ha relatado desde la cárcel que habría asesinado a su amigo, al que le uniría un vínculo sexoafectivo porque este le tenía como un “rehén”.
Los hechos sucedieron en la madrugada del 3 de agosto y todo estaba premeditado. Daniel le habría golpeado en la cara hasta dejarle inconsciente, a continuación le trasladó al baño para echarle agua en la cara y que recobrara la consciencia, pero al ver que no surtía efecto comenzó a desmembrar su cuerpo.
Colocó todas las partes en una bolsa grande de tela y en varias de plástico negro. Un proceso que Daniel ha asegurado que tardó “tres horas”.
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