La estatua de Lionel Messi ubicada en la esquina de Moreno y Santa Fe, en pleno centro de Mar del Plata, Argentina, fue vandalizada durante la madrugada. La escultura, que representa al capitán de la Selección Argentina levantando la Copa del Mundo, apareció con las piernas cortadas y evidentes signos de golpes, frente al restaurante y cafetería El Nuevo Mundial.
No es la primera vez que el homenaje sufre un ataque: hace poco más de un año, el busto había sido decapitado en un episodio similar. Originalmente instalado en 2018 como un guiño en tiempos difíciles para la Selección durante el Mundial de Rusia, la estatua fue reconstruida en 2024 tras la consagración de Argentina en Qatar, reafirmando su valor simbólico para la ciudad y los fanáticos.
El ataque ocurre en un contexto de tensión en el futbol argentino, marcado por la disputa entre el Gobierno Nacional y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Polémicas arbitrales en Primera y en el Ascenso, sanciones a clubes y conflictos con Rosario Central y Estudiantes han generado críticas públicas hacia la conducción del fútbol, aunque no se ha confirmado relación directa con el vandalismo.
Otros símbolos deportivos también fueron objeto de agresiones
Recientemente, otros símbolos deportivos también fueron objeto de agresiones, como la imagen de Ángel Di María en Rosario, atacada con pintura y consignas ofensivas. Estos incidentes reflejan un clima de intolerancia hacia figuras del deporte nacional.
A los 38 años, Messi sigue sumando logros en su carrera profesional. Recientemente se coronó campeón de la Conferencia Este con Inter Miami y disputará la final de la Major League Soccer. En 2026 buscará defender el título mundial con la Albiceleste, completando una trayectoria que incluye la Copa del Mundo Sub 20, medalla de oro en los Juegos Olímpicos 2008, la Copa del Mundo de Qatar 2022, dos Copas América y la Finalissima ante Italia.

