En el segundo domingo de Cuaresma se realizaron varias actividades en algunos templos católicos ante la imposibilidad de que saliera a las calles la tradicional procesión con la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Justicia, del templo El Calvario.

La feligresía católica continúa adaptándose a una Cuaresma y Semana Santa sin actividades de piedad popular en las calles y con masividad de personas.

En La Merced
La Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes conmemoró los 300 años de nombramiento de Jesús de La Merced como Patrón Jurado para el agua, el fuego, contra las pestes, los temblores y otras calamidades.

Sin embargo, estas actividades se realizaron a puerta cerrada, tal como se celebra la Santa Eucaristía, aunque transmitidas en las redes sociales de la iglesia.

Todo comenzó el sábado, 27 de febrero, con una Eucaristía celebrada por el arzobispo metropolitano, monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez. Posteriormente se transmitió un programa especial sobre la imagen, con motivo de esta celebración histórica.

El domingo se realizó la Santa Misa celebrada por el padre Orlando Aguilar y posteriormente se llevó a cabo un concierto de marchas fúnebres llamado «Un recorrido por Viernes Santo».

En El Calvario
Mientras que en templo Nuestra Señora de los Remedios, ubicado en la 18 calle de la zona 1, se realizó un la Santa Misa dominical teniendo como fondo a la imponente Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Justicia que se encontraba frente al altar mayor en las andas procesionales.

Posteriormente también se realizó un concierto de marchas fúnebres, con ello recordando con nostalgia que este segundo domingo de Cuaresma no saldría la monumental procesión con la imagen del nazareno a recorrer las calles y avenidas del Centro Histórico.

El año pasado, cuando todavía no se oficializaba el primer caso de contagio por coronavirus, aún se llevó a cabo el cortejo procesional.

El padre Manuel Chilín recordó que no salió la procesión derivado de la pandemia, aunque exhortó a todos los devotos cargadores a realizar una jornada de oración desde su casa y en familia.

Aunque quienes tuvieran la oportunidad de ir al templo podrían hacerlo llevando una libra de víveres, aunque ingresarían con todas las medidas de precaución.

* Con información de Omar Solís.