El mundo del fútbol está de luto tras el fallecimiento del destacado entrenador sueco Sven-Göran Eriksson, quien murió a los 76 años después de una larga lucha contra el cáncer de páncreas. La noticia fue confirmada este lunes por la cadena pública Televisión de Suecia (SVT), que informó que Eriksson falleció en su hogar, rodeado de su familia.

“Svennis”, como se le conocía cariñosamente en Suecia, había revelado públicamente en enero de este año su diagnóstico de cáncer de páncreas, calificándolo como incurable. En una entrevista con la emisora pública Radio de Suecia, Eriksson fue franco sobre su condición: “En el mejor de los casos, me queda un año. En el peor, algo menos”. Este duro pronóstico mantuvo al legendario entrenador retirado del fútbol desde el año pasado, cuando tuvo que dejar su puesto como director deportivo del modesto club sueco Karlstad, debido a problemas de salud.

Descanse en paz, Sven-Göran Eriksson

Eriksson deja tras de sí un legado imborrable en el fútbol internacional. Su carrera como entrenador comenzó en Suecia a finales de los años 70, cuando dirigió al IFK Göteborg, llevándolos a conquistar la liga sueca y una histórica Copa de la UEFA en 1982. Este éxito lo catapultó a la escena europea, donde continuó forjando su nombre en clubes de primer nivel.

Uno de los primeros equipos que dirigió fuera de Suecia fue el Benfica de Portugal, donde logró ganar tres títulos de liga y consolidarse como uno de los entrenadores más prometedores de Europa. Luego, su carrera lo llevó a Italia, donde vivió una de sus etapas más fructíferas. Dirigió a clubes de renombre como la Roma, la Fiorentina, la Sampdoria y, especialmente, la Lazio, equipo con el que conquistó una liga italiana, varias Copas de Italia y una segunda Copa de la UEFA en 1999.

Uno de los momentos más notables de la carrera de Sven-Göran Eriksson fue su nombramiento como seleccionador de Inglaterra en 2001, convirtiéndose en el primer técnico no británico en asumir ese cargo. Bajo su mando, la selección inglesa alcanzó los cuartos de final tanto en la Copa del Mundo de 2002 como en la Eurocopa de 2004, además de repetir la misma hazaña en el Mundial de 2006. Aunque sus campañas con Inglaterra no lograron llevar al equipo más allá de esa instancia, Eriksson siempre será recordado por su estilo meticuloso y su calma en el banquillo.

Además de su éxito en Europa, Eriksson también tuvo la oportunidad de dirigir a varias selecciones nacionales. Después de su paso por Inglaterra, asumió la dirección técnica de la selección de México en 2008, aunque su etapa en el país latinoamericano fue breve. Posteriormente, dirigió a Costa de Marfil durante la Copa Mundial de la FIFA 2010 y, años después, se aventuró en el continente asiático para entrenar a la selección de Filipinas.

Sven-Göran Eriksson también experimentó con el fútbol de clubes fuera de Europa, incluyendo etapas en el Manchester City y el Leicester City de Inglaterra. En sus últimos años como técnico, dirigió en ligas menos convencionales para un entrenador de su calibre, incluyendo experiencias en China y Tailandia, donde dejó una influencia considerable en el desarrollo del fútbol en esas regiones.

El anuncio de su enfermedad trajo consigo una oleada de homenajes tanto en Suecia como en los países en los que trabajó a lo largo de su carrera. En Reino Unido, Eriksson siempre fue respetado por su enfoque táctico y su profesionalismo, y en Italia, su nombre es sinónimo de éxito, particularmente con Lazio. En su país natal, el respeto hacia “Svennis” nunca decayó, y su legado sigue vivo en la memoria de aquellos que presenciaron su ascenso desde los primeros años en el Gotemburgo hasta su reconocimiento mundial.

El agente de Eriksson, Bo Gustavsson, confirmó la noticia de su fallecimiento a SVT, indicando que “al final todo ha ido muy rápido. Esta mañana falleció en su casa, rodeado por su familia”. La partida de Eriksson deja un vacío en el mundo del fútbol, pero su influencia perdurará en las mentes de jugadores, entrenadores y aficionados que se vieron impactados por su habilidad y dedicación a lo largo de una carrera de más de cuatro décadas.

Foto: EFE