El Bayern Múnich sigue demostrando por qué es uno de los equipos más dominantes en Europa y, bajo la batuta de su nuevo entrenador, Vincent Kompany, ha encontrado una racha goleadora imparable. Este sábado, el Werder Bremen fue su más reciente víctima, cayendo estrepitosamente por 0-5 en un encuentro que pudo terminar con un marcador aún más abultado.

Con esta nueva victoria, el conjunto bávaro ha marcado la asombrosa cifra de 20 goles en apenas una semana. Primero, vencieron al Holstein Kiel con un 6-0 contundente, luego arrasaron al Dinamo de Zagreb con un 9-0, y ahora han dejado claro su poderío ante el Werder Bremen con una nueva goleada de cinco tantos. Los autores de los goles en esta ocasión fueron Michael Olise, con un doblete, Jamal Musiala, Harry Kane y Serge Gnabry.

Un Bayern dominante desde el inicio

Desde el pitazo inicial, el Bayern tomó control absoluto del encuentro. Los jugadores dirigidos por Kompany dominaron la posesión del balón y obligaron al Bremen a replegarse, sin permitirles encontrar opciones claras para salir de su propio campo. La presión alta, característica del estilo de juego que el técnico belga ha implementado, se convirtió en una pesadilla constante para los jugadores del Bremen.

El primer aviso llegó temprano. En el minuto 8, Konrad Laimer estuvo cerca de abrir el marcador con un potente disparo desde fuera del área que terminó golpeando el travesaño, encendiendo las alarmas en el equipo local.

El primer tanto del Bayern llegó en el minuto 23 gracias a la insistente presión sobre la salida del Bremen. Alphonso Davies recuperó el balón tras un error de Mitch Weiser cerca del costado derecho. Tras una rápida combinación, Harry Kane cedió el esférico al centro del área, donde Michael Olise apareció para definir con tranquilidad y poner el 0-1 en el marcador.

Este gol fue solo el comienzo del vendaval ofensivo del Bayern. Diez minutos más tarde, en el 32, Olise volvió a ser protagonista. Tras una gran combinación con Laimer, el joven atacante habilitó a Jamal Musiala dentro del área pequeña, quien no desaprovechó la oportunidad y marcó el segundo tanto para los bávaros.

El Werder Bremen se fue al descanso sin haber generado un solo disparo a puerta. Su incapacidad para superar la presión alta del Bayern y su nula presencia ofensiva dejaban pocas esperanzas de poder revertir el resultado en la segunda mitad.

A pesar de que el Bremen intentó adelantar líneas al inicio de la segunda parte, el Bayern Múnich no tardó en sofocar cualquier conato de reacción. El dominio fue total, y la presión constante del Bayern finalmente rindió frutos nuevamente.

En el minuto 57, Harry Kane selló el tercer gol para los visitantes tras una precisa combinación con Olise dentro del área. El remate de Kane fue impecable, desmoralizando por completo a los jugadores del Bremen y apagando cualquier intento de remontada.

Solo cuatro minutos después, en el 61, Michael Olise volvió a aparecer en escena, firmando su segundo gol de la tarde con un potente disparo de zurda desde dentro del área. El Werder Bremen no encontraba respuestas, y el Bayern seguía atacando con voracidad.

Finalmente, en el minuto 65, Serge Gnabry se sumó a la lista de goleadores con el quinto y último tanto del partido, aprovechando una jugada colectiva que dejó al Bremen completamente expuesto.

El Bayern no levantó el pie del acelerador tras el quinto gol. De hecho, el meta del Bremen, Michael Zetterer, tuvo que intervenir en dos ocasiones para evitar que Harry Kane anotara su segundo gol del encuentro. Además, el travesaño evitó un posible sexto tanto tras un disparo de Joshua Kimmich.

El partido culminó con un contundente 0-5, que dejó claro que el Bayern Múnich, bajo la dirección de Vincent Kompany, sigue siendo un equipo temible. El libreto táctico del entrenador belga parece estar funcionando a la perfección, con un equipo que combina posesión de balón, presión intensa y una capacidad goleadora que intimida a cualquier rival.

Con esta nueva victoria, el Bayern Múnich no solo suma tres puntos importantes en la Bundesliga, sino que también envía un mensaje claro a todos sus rivales: están más fuertes que nunca. La forma en la que han vapuleado a sus últimos adversarios —con un total de 20 goles en tres partidos— evidencia que el trabajo de Kompany está rindiendo frutos y que el equipo tiene una profundidad de plantilla que le permite rotar jugadores sin perder calidad en su juego.