El fútbol mundial despide a uno de sus grandes exponentes. Antoine Griezmann, delantero del Atlético de Madrid y una de las figuras más icónicas de la selección francesa, anunció este lunes su retiro oficial del combinado nacional. Con un mensaje lleno de emoción y nostalgia, el atacante de 33 años cerró un capítulo glorioso en su carrera que incluye momentos memorables, éxitos rotundos y una trayectoria que lo consagra como uno de los jugadores más influyentes en la historia reciente del fútbol francés.

Antoine Griezmann fue una pieza fundamental en la consecución de la Copa del Mundo en Rusia 2018, un torneo en el que Francia demostró ser el mejor equipo del planeta. El talento del atacante se evidenció a lo largo del campeonato, donde no solo destacó por su capacidad goleadora, sino también por su liderazgo y su habilidad para crear jugadas decisivas. Griezmann anotó cuatro goles y repartió dos asistencias en el torneo, desempeñando un papel crucial en la final ante Croacia, donde marcó un gol y fue clave en el triunfo 4-2 que otorgó a Francia su segundo título mundial.

Griezmann, leyenda francesa

Ese logro inmortalizó su nombre en la historia del fútbol francés, y lo consolidó como uno de los referentes de su generación. Con 137 partidos disputados con la camiseta de Les Bleus, Griezmann se convirtió en un ícono para los aficionados del fútbol, y su contribución no se limitó a los números: 44 goles y 33 asistencias en una década con la selección nacional, sino también a su espíritu de lucha y entrega en cada encuentro.

A través de sus redes sociales oficiales, Griezmann compartió un mensaje emotivo en el que anunciaba su decisión de retirarse del equipo nacional. “Hoy, con profunda emoción, anuncio mi retirada como jugador de la selección francesa”, expresó el delantero. “Después de 10 años increíbles, marcados por desafíos, éxitos y momentos inolvidables, es hora de pasar página y dejar paso a la nueva generación”, añadió el jugador, dando una señal clara de su apoyo a los jóvenes talentos que vienen empujando en la selección francesa.

El mensaje no solo reflejó el orgullo que Griezmann siente por su tiempo en la selección, sino también su gratitud hacia el equipo, el cuerpo técnico, y los aficionados que lo acompañaron durante toda su carrera. “Vestir esta camiseta ha sido un honor y un privilegio. Desde marzo de 2014 y hasta el pasado mes de septiembre, tuve la oportunidad de vivir momentos increíbles junto a compañeros de equipo excepcionales”, afirmó el atacante.

El pasado 9 de septiembre, Griezmann jugó su último partido con la selección francesa. En un encuentro amistoso ante Bélgica, disputado en Lyon, Griezmann entró como suplente en el minuto 69 en sustitución de Mattéo Guendouzi. El partido, que terminó en victoria para los galos por 2-0, marcó el fin de una era para el delantero. Si bien no fue titular en ese encuentro, su presencia en el campo fue un recordatorio de la relevancia que ha tenido durante los últimos 10 años en el equipo dirigido por Didier Deschamps.

Su debut en la selección absoluta se remonta al 5 de marzo de 2014, en un amistoso contra Países Bajos. A partir de ese momento, Griezmann se estableció rápidamente como una figura indiscutible en el esquema del seleccionador Deschamps, destacando en torneos de gran envergadura como la Eurocopa de 2016 y el Mundial de 2018.