La euforia se transformó en caos en el centro de Los Ángeles luego de que los Dodgers lograran la tan ansiada victoria de la Serie Mundial 2024, consiguiendo así su octavo campeonato en la historia del equipo. La celebración desbordada de algunos aficionados se convirtió en una noche de disturbios, vandalismo y desorden en las calles cercanas al Dodger Stadium, lo cual llevó a las autoridades a tomar medidas enérgicas para restaurar la calma.

La noche de celebración se vio empañada cuando grupos de personas encapuchadas comenzaron a romper escaparates y saquear varios negocios en la zona. El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) informó que numerosos establecimientos comerciales fueron saqueados y que hubo daños importantes en propiedades privadas y públicas. Las autoridades compartieron imágenes en las redes sociales mostrando cómo individuos irrumpían en tiendas, rompiendo protecciones de madera para sustraer objetos.

Vandalismo empaña la celebración de la afición de los Dodgers

Entre los daños reportados se encuentra la destrucción de un autobús de transporte público de Metro, que fue incendiado en plena vía. Los bomberos acudieron a la zona para controlar el incendio, mientras que las fuerzas de seguridad se encargaron de asegurar el área y dispersar a las multitudes.

La Policía de Los Ángeles desplegó un operativo en zonas como Olympic Boulevard y Figueroa, en las cercanías del estadio, para prevenir más daños y frenar los desmanes. Según la Policía, varias personas fueron arrestadas, aunque no se especificó la cifra exacta de detenciones. Entre los cargos se mencionan delitos de robo comercial y desobediencia civil. Además, se informó de al menos seis detenciones por delitos menores, como ignorar las órdenes de dispersión emitidas por las autoridades.

El portavoz del LAPD indicó que los agentes se vieron forzados a emplear balas de espuma para disuadir a las personas que lanzaban objetos contundentes contra las autoridades. Pese a estos esfuerzos, el caos continuó hasta la madrugada en diversos puntos de la ciudad, mientras los fanáticos se desplazaban a diferentes áreas buscando evadir la presencia policial.

El vandalismo y los incidentes violentos dejaron un sabor amargo en la comunidad angelina, que lamentó que la alegría de un logro deportivo histórico se transformara en una serie de actos destructivos. La agencia de transporte Metro emitió un comunicado en el que condenó los actos de vandalismo contra sus unidades de transporte, recordando que estos hechos afectan a la comunidad que utiliza sus servicios a diario.

Por su parte, el alcalde de Los Ángeles expresó su rechazo a estos disturbios en una conferencia de prensa, resaltando que celebraciones de esta magnitud deben llevarse a cabo de forma pacífica. Las autoridades municipales también anunciaron que revisarán las imágenes de cámaras de seguridad para identificar a los responsables de los actos vandálicos y llevarlos ante la justicia.