La Juventus Turín asestó un duro golpe a las aspiraciones del Manchester City en la Liga de Campeones al imponerse 2-0 en el Juventus Stadium. En un partido cargado de tensión, los goles de Dusan Vlahovic y Weston McKennie dejaron a los dirigidos por Pep Guardiola al borde del abismo en la fase de liga. Este resultado supone la segunda derrota consecutiva para el conjunto inglés, que atraviesa un momento crítico, sumando seis derrotas en los últimos nueve encuentros.

El enfrentamiento en Turín evidenció las carencias de un Manchester City que, pese a contar con estrellas como Kevin De Bruyne y Erling Haaland, no logró desarticular la sólida defensa juventina. La Juventus, pese a llegar con solo una victoria en seis partidos y enfrentando diversas bajas por lesiones, mostró un planteamiento eficaz, neutralizando a su rival y aprovechando las oportunidades que se presentaron. Vlahovic abrió el marcador con un certero cabezazo en el inicio del segundo tiempo, validado por la tecnología de gol, mientras que McKennie sentenció el partido con una contra letal liderada por Timothy Weah.

Juventus expone a un frágil Manchester City

El City, obligado a reaccionar tras el gol inicial, intentó generar peligro a través de sus extremos y las combinaciones en el medio campo. Sin embargo, se encontró con un impecable Michele Di Gregorio bajo los tres palos y una defensa italiana que resistió con temple cada embestida. A pesar de los esfuerzos de Guardiola por ajustar la estrategia, los ingleses no lograron concretar sus llegadas, dejando en evidencia una falta de contundencia que les ha costado caro en esta competición.

Con este resultado, la Juventus se coloca en una posición favorable con 11 puntos, consolidando sus posibilidades de avanzar a la siguiente fase. En contraste, el Manchester City, con solo ocho unidades, enfrenta un panorama sombrío. El próximo enfrentamiento en Francia ante el Paris Saint-Germain será crucial para sus aspiraciones, pero con un equipo plagado de dudas y bajo una presión constante, el futuro europeo del conjunto inglés parece más incierto que nunca.