Este 18 de diciembre de 2024 marca el segundo aniversario de un día que quedará grabado para siempre en la memoria colectiva de los argentinos y en la historia del fútbol mundial. Aquella jornada en el Lusail Stadium de Doha, Qatar, la selección argentina logró consagrarse campeona del mundo tras derrotar a Francia en una final épica que, por su dramatismo y emotividad, es considerada una de las mejores de todos los tiempos.

Para la ‘Albiceleste’, el triunfo significó mucho más que levantar su tercera Copa del Mundo. Fue la culminación de un sueño colectivo liderado por Lionel Messi, quien con su talento, liderazgo y determinación logró guiar a su equipo hacia la gloria. El título también representó la reafirmación del fútbol argentino como una de las grandes potencias mundiales, uniéndose a las conquistas de 1978 y 1986.

Argentina tocó la gloria deportiva tras varios fracasos

La final contra Francia fue un relato digno de una película. Argentina comenzó dominando el partido con goles de Messi y Ángel Di María, pero Francia resurgió de la mano de un imparable Kylian Mbappé, quien anotó un hat-trick para igualar el marcador en un dramático 3-3. En los penales, la figura de Emiliano “Dibu” Martínez emergió como el héroe que aseguró el sueño argentino, dejando al país en una explosión de alegría.

Para Lionel Messi, este triunfo fue la pieza que faltaba en su carrera legendaria. Tras muchos años de críticas y comparaciones, el Mundial de 2022 le otorgó un lugar indiscutible entre los grandes del deporte, siendo ahora venerado como el heredero de Diego Maradona. Su imagen levantando el trofeo bajo el cielo de Doha es un símbolo de perseverancia, trabajo en equipo y amor por la camiseta celeste y blanca.

Dos años después, los festejos de aquella conquista siguen vivos en el corazón de los hinchas. Los murales, las canciones y las anécdotas sobre aquel 18 de diciembre siguen siendo parte de las conversaciones cotidianas. Para muchos, fue un momento de unión y alegría en un mundo que buscaba motivos para celebrar después de tiempos difíciles.

El segundo aniversario del campeonato mundial de Argentina no solo es un recordatorio de aquel logro deportivo, sino también de la pasión y el espíritu inquebrantable de un país que vive el fútbol con el alma. Es una fecha para recordar, agradecer y seguir soñando con nuevos desafíos en el horizonte, sabiendo que, cuando la ‘Albiceleste’ está en el campo, todo es posible.