La primera gran prueba de la Vuelta a Guatemala deparó sorpresas, como se esperaba, y fue el colombiano Wilmar Pérez, del equipo CER Castelli-Asociación Quetzaltenango, el que alzó los brazos en señal de victoria y además, le quitó el suéter de líder a su compatriota Robinson Chalapud, del Team Banco Guayaquil, de Ecuador. Pero hay dos guatemaltecos que le “pisan los talones”.

La caravana de la Vuelta a Guatemala superó este martes una de las pruebas nuevas y más difíciles de la edición 61, la largada que constó de 108 kilómetros con salida en El Progreso, Jutiapa y final en Fraijanes, un recorrido con la dura cuesta de El Chocolate.

Tras su victoria en Fraijanes, Wilmar Pérez, también tomó el liderato de la Vuelta a Guatemala con un tiempo de 10 horas, 16 minutos y 33 segundos. Le siguen de cerca los guatemaltecos Mardoqueo Vásquez, a 19, y Sergio Chumil, a 49, ambos del equipo Hino-One.

Esto dijo Wilmar Pérez

“Gracias a la gente de Fraijanes, fue una bonita llegada. Es la segunda vez que gano en Guatemala, gradezco a Dios por la vida y dedico este triunfo a mi esposa, a mi familia y a mi equipo. Me siento feliz por el triunfo”, expresó Wilmar Pérez al final de la etapa.

Sobre la dificultad de la etapa, expresó: “Agradezco a Dios por darme esta bonita oportunidad. La subida era muy dura y cada quien y cada quien salió a dar lo que podía”, reconoció.

Las palabras del vigente campeón

Para el vigente campeón, Mardoqueo Vásquez, fue “un ascenso fuera de categoría, pero estoy feliz con el resultado. Agradezco a todos los guatemaltecos por el apoyo”.

“La Vuelta está iniciando y esperamos tener mejores condiciones en los próximos días”, finalizó.

Por su parte, Sergio Chumil, expresó que sintió preocupación en esta etapa. “Nuestros compañeros hicieron un gran trabajo para que nosotros pudiéramos entrar en las primeras posiciones”.

“Fue una etapa en condiciones muy duras, pero veníamos preparados física y mentalmente para esta etapa, que daría sorpresas, y finalmente así fue. Fue una etapa que tenía todo, le tenía un poco de miedo por la terracería, pero gracias a Dios la dominamos”, manifestó.