Esta noche, Ángela Alvarez se lleva a casa su primer Grammy Latino en la categoría «Mejor Artista Nuevo», lo increíble es que ella está logrando este suelo a sus 95 años, es bisabuela y sin embargo sus canciones la colocaron en un lugar inesperado.

Todo empezó en Cuba, pues la cantante siempre tocó la guitarra y compuso canciones, pero su carrera se vio frustrada por un pedido de su padre.

“A él le gustaba que yo cantara pero cuando yo le dije que yo quería ser artista él me dijo ¡Ay, mi única hija! No, no, no. Pero ahí siempre mantuve la idea de que yo quería un disco”, recuerda ahora Angela.

«Desde niña siempre me gustó la música. Yo tenía unas tías a las que quería mucho y que tocaban el piano. Cuando había reuniones de familia, ellas me decían ‘ven para que cantes’ y yo lo hacía. Eso me gustaba mucho, sobre todo cuando toda la familia aplaudía. ¡Uy, eso me emocionaba!», reveló sobre sus primeros pasos en la música.

Ella vivió en Cuba hasta 1962, cuando dejó la isla y nunca más volvió. «Yo nunca he vuelto. Yo quiero guardar en mi corazón y en mi mente lo que yo dejé. Yo no sé cómo estará. Ya realmente familia íntima mía, ya no están en Cuba. Entonces, yo no quiero ir. Yo le he compuesto a Cuba muchos cantos, pensando en mi isla tan linda», comentó la artista a BBC Mundo.

El apoyo de la cantante

Todo cambió cuando su nieto, Carlos José, se le ocurrió la idea de grabar las canciones que tenía su abuela. “Yo sabía que tenía canciones, no sabía que tenía tantas”, cuenta Carlos, el artífice de este éxito inesperado.

Tras procesar esas decenas de páginas de música, que ella misma escribió y compuso, su nieto le propuso grabar ese disco que toda su vida anheló.

“La llamé y le dije: Nana, ¿quieres ir alguna vez a un estudio y grabar esta música, tu música, tus canciones? Y su respuesta fue: Carlos, mi sueño es dejar esta vida sabiendo que de alguna manera mi música perduraría. Y ese fue el principio”, cuenta Carlos José.

Sin saberlo, el impulso que le dio Ángela Álvarez a su nieto años antes de seguir su pasión por la música fue esa semilla que años más tarde la llevó a cumplir su sueño y llegar a los Latin Grammy.