El tenista español Carlos Alcaraz tuvo que apretar los dientes este sábado para batir en cuatro sets al británico Daniel Evans y avanzar a los octavos de final del Abierto de Estados Unidos.
Alcaraz, primer sembrado en Nueva York, necesitó de tres horas y 11 minutos para imponerse a Evans (número 28 de la ATP) por 6-2, 6-3, 4-6 y 6-3 sobre la pista central de Nueva York.
Compitiendo bajo el sol después de dos vibrantes victorias nocturnas, Alcaraz no pudo despachar el cruce en sets corridos y necesitó destapar dosis de su mejor tenis para tumbar al aguerrido Evans.
«Es un oponente complicado, siempre quiere ir a la red, da buenos golpes, ese es también mi juego», reconoció el español en la pista. «Cuando jugamos entre nosotros siempre es un show en la pista y la gente lo adora».
También podrías leer: Faberson Bonilla se proclama bicampeón mundial de patinaje en Italia
Alcaraz ya tiene rival
El español se verá el lunes ante al joven italiano Matteo Arnaldi (61º de la ATP), que sorprendió en tres sets al británico Cameron Norrie (16º).
Alcaraz entrará en la segunda semana del Grand Slam con algo menos de desgaste en las piernas que su gran rival, Novak Djokovic, que el viernes necesitó de una épica remontada de dos sets entrada la madrugada de Nueva York.
A sus escasos 20 años, Alcaraz jugará su tercer cruce de octavos de su Grand Slam fetiche con la meta de ser el primer campeón en revalidar el título desde su ídolo Roger Federer en 2008.
«Me encantaría ser parte de la historia de este torneo junto a Roger defendiendo el trofeo. Este es mi gran objetivo ahora», subrayó.
Alcaraz se dio a conocer al mundo en las canchas rápidas de Flushing Meadows en 2021 cuando, con 18 años, tumbó al candidato Stefanos Tsitsipas. Solo un año después regresó agigantado, alzó su primer trofeo de Grand Slam y se erigió en el número uno más joven de la historia.
En esta edición fue el plato estelar de la noche en sus dos primeros cruces ante Dominik Koepfer y Lloyd Harris y el español contribuyó al ambiente festivo de la grada con dos buenos espectáculos. Este sábado, en cambio, le tocó abrir la jornada en una pista tapada bajo el sol y el resultado fue una actuación fue más sólida que brillante.