Al menos 20 personas murieron entre el fin de semana y el lunes tras la erupción del volcán Nyiragongo, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), que tomó por sorpresa a toda la población, incluso a las autoridades.

El volcán Nyiragongo, cuyas majestuosas y oscuras laderas dominan Goma y el lago Kivu, entró en erupción a eso de las 18:30 horas (locales) del sábado, desatando el pánico y provocando la evacuación de decenas de miles de personas.

Por sus laderas corrieron dos ríos de lava, uno de los cuales alcanzó los suburbios de la ciudad de Goma, donde se estancó el domingo de mañana. Muchas casas fueron engullidas por el flujo de lava, que se extendió por cientos de metros y cortó varios tramos carreteros.

Este lunes, cinco personas murieron por las emisiones de gases tóxicos cuando “intentaban atravesar un río de lava aún caliente a 13 kilómetros de Goma”, dijeron responsables de la sociedad civil.

A ellos se suman otras 15 víctimas mortales (nueve accidentadas, dos quemadas y cuatro presos abatidos cuando intentaban fugarse tras la erupción). Además y de acuerdo a las autoridades, unos 17 poblados resultaron afectados y los daños materiales han sido muy importantes.

Miedo e incertidumbre

La ciudad de Goma, en el este del Congo, se veía aún sacudida este lunes por numerosos sismos, que provocaban el miedo entre los pobladores a medida que estos comenzaban a regresar a sus casas tras la erupción.

En Goma, donde viven 1.5 millones de personas, la población estaba muy angustiada por estas sacudidas, que les obligan a abandonar en cuestión de segundos edificios y casas. Por miedo a esta serie de temblores, las escuelas no abrieron sus puertas el lunes.

“Esto aumenta y puede producirse en cualquier momento (…) La noche ha sido muy larga y el miedo no cede”, dijo una habitante de la zona, citada por la AFP.

Según vulcanólogos locales, aún persiste “incertidumbre” sobre si proseguirá la actividad del Nyiragongo. “El flujo de lava ya no evoluciona, pero todavía hay incertidumbre”, indicó el director del Observatorio de Vulcanología de Goma (OVG), Kasereka Mahinda.

*Con información de AFP