La próxima semana se espera que la comisión legislativa de Finanzas termine las audiencias de revisión del proyecto de presupuesto para 2022, que asciende a Q103 mil 900 millones, que parte estará financiado con la meta de recaudación de impuestos.
Ayer, dicha mesa de trabajo escuchó los argumentos de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y del Banco de Guatemala sobre las proyecciones económicas para el próximo periodo, por lo que la discusión se centró en la meta fiscal, la cual es considerada conservadora por diputados y economistas.
Sin embargo, los congresistas acordaron una modificación en la obligación de la SAT, ya que se fijará como meta tributaria Q76 mil millones, es decir Q2 millardos más de lo que contempló Finanzas.
“Seguimos considerando que debemos mantenernos en escenarios conservadores, pero no generar condiciones que nosotros mismos no vamos a sostener en el tiempo. Por lo mismo esta sala de trabajo ha tomado la decisión en fijar la meta en Q76 mil millones”, resaltó el presidente de esa comisión, Duay Martínez.
El diputado del oficialismo consideró que esa fijación es alcanzable y “baja”, ya que una propuesta que se mencionó fue fijarla en Q78 millardos.
Discute meta
Para la meta de recaudación tributaria, se toman en consideración varios aspectos del comercio extranjero, principalmente.
Debido a eso, el titular del ente recaudador, Marco Livio Díaz, negoció que el cumplimiento fuera de Q75 mil 500 millones.
A la vez, explicó que la meta fijada no solo es por sumar un porcentaje, ya que se depura la base cada año. Pues no todos los años se obtienen los mismos resultados.
El jefe de la SAT explicó que este año lograron un “mayor” crecimiento debido a que solucionaron la mayoría de juicios tributarios. Po ejemplo, se logró que “cafetaleros, cardamomeros y grandes compañías pagaran los impuestos pendientes”.
Díaz agregó que no todos los impuestos suben como aumenta la macroeconomía, ya que las tarifas (tasas impositivas) son estables. Por lo que se debe tener cuidado para que sea un crecimiento aritmético y no geométrico.
Asimismo, el superintendente comentó que para el próximo año se deben tener en cuenta aspectos como problemas con el acero. Lo cual repercutirá en la construcción, aumento de resinas y temas de logística y las condiciones en China pueden impactar en el comercio internacional.
“Son varios componentes, por lo que se tiene que tener cuidado para no generar una crisis de ingresos. Además, se debe apostar por la estabilidad de las instituciones. Cada 18 meses ha habido un cambio de superintendente, lo cual no es sostenible en el largo plazo, ya que la SAT requiere de inversión en infraestructura, como en aduanas”, puntualizó Díaz.