Un grupo de policías ecuatorianos irrumpió este viernes en la embajada de México en Quito con el objetivo de llevarse detenido al exvicepresidente Jorge Glas.

Roberto Canseco, jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de México en Ecuador, es lanzado al piso por un miembro de la Policía, esto después que uniformados ingresaron a la Embajada mexicana de manera abrupta.

El exvicemandatario se encontraba allí desde diciembre pasado a la espera de que se tramite un pedido de asilo, concedido este mismo viernes por el Gobierno mexicano.

Las autoridades ecuatorianas habían solicitado permiso a México para entrar en la Embajada y detener a Glas, condenado a seis años de prisión en 2017 tras ser declarado culpable de recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de adjudicarle contratos públicos.

La tarde del viernes, varios policías treparon paredes y vallas de la sede diplomática y luego salieron de esa residencia, que estuvo desde temprano fuertemente custodiada por militares, en un momento de tensión entre ambos gobiernos.

Apoyo a Jorge Glas

El Gobierno de Manuel López Obrador anunció este viernes que dará asilo político al ecuatoriano Jorge Glas, vicepresidente durante el mandato de Rafael Correa (2007-2017) y que está procesado por presunta malversación de fondos, tras la expulsión de su embajadora en Quito, Raquel Serur.

Al exmandatario, que hasta ahora se escondía de las autoridades de su país en la Embajada de México, le ha sido garantizado el estatus “luego de un análisis exhaustivo de la información recibida”, señaló la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México en un comunicado.

Por lo tanto, “el Gobierno de México ha decidido otorgar asilo político al señor Jorge David Glas Espinel”, agregó.

El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, durante una sesión del juicio por corrupción vinculada a la trama Odebrecht en Quito, Ecuador, el 24 de noviembre de 2017.

La Cancillería reprochó las acciones del Gobierno de Daniel Noboa al precisar que instruyó a Serur para que regrese a México para “resguardar su seguridad e integridad”. Por eso, la Embajada quedó a cargo de Roberto Canseco.