Ninel Conde ha estado en el ojo del huracán durante las última semana y todo fue por el nuevo aspecto de su rostro.

Los usuarios de las redes afirman que la cantante de 48 años ya no luce como antes y que es evidente su transformación.

Sobre este tema, el “Bombón asesino” habló con la revista ‘People en Español’ y afirmó que estaba lista para las críticas.

“Yo estoy preparada para los comentarios”, dijo. Para ella, hay personas que escriben porque eso es lo que refleja su corazón y, por esa razón, intenta no prestarle atención.

“Desgraciadamente, hay personas que escriben simplemente el reflejo de lo que hay en su corazón, entonces es mejor no tomarte nada en serio ni ver las cosas negativas, pues todo eso es basura”.

Acerca de los cambios en su rostro, afirmó que hace lo que puede para sentirse bien y a gusto con ella misma.

“Está bien sentirse bien, buscar ser tu mejor versión y hacer todo lo que sea necesario para lucir más guapa para ti, primero para ti y luego para el resto del mundo”, expresó.

Una nueva versión de la cantante

Durante la entrevista, Ninel Conde confesó que su cambio no solo está en el rostro, también en su cambio de cabello.

Ahora, es rubia y señaló que se motivó después de su cumpleaños en el mes de septiembre.

“Hay que tener personalidad para ver las cosas negativas, pues las redes son un arma de doble filo.

Gracias a Dios que yo tengo ya en esto muchos años y que aprendí a entender y a manejar, pero te das cuenta de que hay mucha gente que tiene demasiada infelicidad, demasiadas frustraciones y eso se refleja en lo que hablan, en lo que dicen, en lo que expresan.

Pero esas son las cosas que uno no debe absorber”, detalló a la revista.

“Entonces si ves una foto de alguien que luce bien, encuentras la manera de tirarles mala onda, pero en el fondo eso será el reflejo de lo que tú traes adentro”, agregó.

Varios la han acusado de someterse a una cirugía en el rostro para lucir más joven. Incluso, Alejandra Guzmán emitió un comentario al respecto, asegurando que la empresaria usó un dinero que “le robó” para pagar su operación.