Amanda Borges da Silva, popular seguidora de la Fórmula 1, fue encontrada muerta en un apartamento de Tokio horas después de presenciar en directo el Gran Premio de Japón.
La joven de 30 años era una influencer brasileña que radicaba en Japón desde hace unas semanas. Fue hallada sin vida el 2 de mayo entre los restos calcinados de su apartamento en Narita, prefectura de Chiba.
Amanda Borges da Silva, reconocida en redes sociales por sus análisis de las carreras y su estrecha relación con la comunidad de fans de la Fórmula 1, había estado disfrutando del Gran Premio celebrado en el circuito de Suzuka.
A través de sus publicaciones en Instagram y X, había compartido momentos del paddock, imágenes con pilotos y opiniones sobre el rendimiento de las escuderías en sus perfiles.
Según la investigación, ella habría muerto por asfixia debido a la inhalación de humo. Aunque también se investigan otras posibles causas y si hubo intento de encubrimiento del crimen
Medios japoneses publican que se sospecha que la drogaron y la dejaron quemar hasta morir, y no descartan que se trate de un robo seguido de homicidio.
Sospechoso
Según reportaron medios locales, la policía japonesa arrestó a un ciudadano de Sri Lanka, de 31 años, bajo cargos de incendio provocado, y no descarta un homicidio con fines de robo.
Ha trascendido que el sospechoso, llamado Abayliya Patawadige Pathum Udayanga, declaró que fue testigo del incendio, pero dijo que no pudo actuar por estar "en shock".
Sin embargo, la policía considera que el hecho de que el bolso y el teléfono móvil de Amanda desaparecieron refuerzan la hipótesis de un robo que derivó en un crimen fatal.
El gobierno de Goiás y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil están coordinando la repatriación del cuerpo y prestando asistencia consular a la familia. La policía continúa con la investigación para esclarecer completamente los hechos.
