En 1977, El Chavo del 8 dejó atrás las paredes de la vecindad para trasladarse a las playas de Acapulco. Todo se dividió en una trilogía de episodios que marcó un hito en la historia de la televisión mexicana.
Este cambio de escenario no solo ofreció a los televidentes una nueva perspectiva de sus personajes favoritos, sino que también desató una serie de eventos que alteraron para siempre la dinámica del elenco. La idea de llevar a "El Chavo" y su vecindad a Acapulco no surgió de la mente creativa de Roberto Gómez Bolaños, conocido como Chespirito.
Se trató de una estrategia comercial de Emilio Azcárraga Milmo, quien es propietario de Televisa. Azcárraga había adquirido recientemente el Hotel Acapulco Continental y vio en la popularidad de la serie una oportunidad para promocionar su nueva adquisición.
Así, se organizó el viaje de los personajes al hotel, conocido en la trama como "Hotel Emporio", donde se grabaron escenas que mostraban sus instalaciones, como la piscina, el restaurante y las habitaciones. La historia comienza cuando La Chilindrina gana un viaje a Acapulco para ella y su padre, Don Ramón.
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Al enterarse, Doña Florinda, Quico, el Profesor Jirafales y el Señor Barriga también deciden unirse al viaje. Al final El Chavo del 8, al quedarse solo en la vecindad, es invitado por el Señor Barriga a acompañarlo. Juntos viajan a Acapulco, donde se encuentran con el resto de los personajes y viven diversas aventuras en la playa y el hotel.
Aunque los episodios fueron un éxito entre los televidentes, el viaje a Acapulco tuvo repercusiones internas.
Según informes, las tensiones entre los miembros de El Chavo del 8 aumentaron durante la grabación, lo que llevó a que Carlos Villagrán, quien interpretaba a Quico, dejara la serie poco después. Este episodio marcó el principio del fin para la formación original del elenco, alterando para siempre la dinámica de la vecindad .