La serie surcoreana El Juego del Calamar llegó a su esperado desenlace, y su creador, Hwang Dong-hyuk, ya ofreció una explicación sobre el final que ha dividido opiniones. La producción, que se convirtió en fenómeno global desde su lanzamiento en 2021, concluyó con un episodio cargado de tensión, decisiones morales y un gran giro.
En una entrevista reciente, Hwang explicó que el final fue diseñado para causar incomodidad, pero también para dejar una puerta abierta a la reflexión. El protagonista Gi-hun, interpretado por Lee Jung-jae, se enfrenta a un dilema extremo: debe decidir entre asesinar a un bebé, permanecer inmóvil o sacrificarse para que el infante se convierta en el único sobreviviente del juego.
La decisión de Gi-hun de suicidarse conmocionó a la audiencia, pero para Hwang, este acto representa la última chispa de humanidad en un sistema profundamente corrupto. La escena final no solo cierra el arco emocional del personaje principal, sino que también abre nuevas posibilidades narrativas.
En el epílogo, se muestra a la hija de Gi-hun recibiendo una tarjeta bancaria con el dinero del premio, mientras una figura misteriosa, interpretada por Cate Blanchett en un sorpresivo cameo, aparece como nueva reclutadora en Los Ángeles. Este detalle encendió las teorías sobre una posible versión estadounidense del juego, aunque Netflix no ha confirmado ningún spin-off.
Más detalles de El Juego del Calamar 3
Otro aspecto que ha generado conversación es la cantidad de episodios. La tercera temporada de El Juego del Calamar tiene seis capítulos, una cifra menor en comparación con las entregas anteriores. Según el creador, la decisión de dividir la historia en dos partes permitió concentrar mejor la narrativa y profundizar en el desarrollo emocional de los personajes.
Hwang también se refirió al mensaje central de la serie: una crítica directa al sistema capitalista y la forma en que la desigualdad empuja a las personas a tomar decisiones extremas.
"Quería que el final mostrara que, incluso en las peores circunstancias, aún puede existir compasión", señaló.