Los medios han difundido nuevas imágenes del accidente fatal que terminó con la vida de Wu Yongning, conocido como el "Hombre Araña Chino".
El video muestra los últimos segundos de su escalada en un rascacielos de 62 pisos, con la presión de ganar seguidores y premios en redes sociales como motor de su última hazaña.
Una obsesión viral que terminó en tragedia
Wu Yongning, de 26 años, se hizo famoso en Weibo por subir videos extremos escalando rascacielos sin protección, acumulando decenas de miles de seguidores. Su popularidad creció mientras posaba colgando de antenas o repisas en ciudades como Changsha, capital de la provincia de Hunan.
Según investigaciones, su última hazaña fue parte de un desafío que ofrecía una recompensa de alrededor de 100.000 yuanes (unos 15.000‑20.000 USD) si el video se volvía viral.
Familiares relataron que Wu esperaba usar ese dinero para proponer matrimonio a su novia y sufragar el tratamiento médico de su madre.
La grabación casera —tomada desde el lugar— revela cómo Wu descendió cuidadosamente por el borde del edificio Huayuan Hua Centre, situado sobre una altura de casi 200 metros. Se le ve limpiando el borde y colgarse con los brazos para luego intentar subir con una pierna.
En el tercer tirón, pierde la fuerza o el agarre, y su cuerpo cae al vacío. Se escucha un pequeño sonido humano, luego silencio.
En estos días medios internacionales han recordado la muerte del Hombre Araña Chino como un recordatorio a los nuevos influencers del peligro que corren por querer obtener seguidores en redes sociales.
Un fenómeno peligroso
La práctica de "rooftopping", que implica escalar edificios para tomarse selfies dramáticas o realizar acrobacias, está vinculada a múltiples incidentes fatales en todo el mundo.
Expertos advierten que este tipo de contenidos no solo son riesgosos, sino que al difundirse gratificantemente en redes sociales, incentivaron prácticas más extremas y sin medidas de seguridad.
Tras la difusión del video, cientos de comentarios en línea se dividieron: mientras algunos condenaron lo sucedido y su actitud por supuestamente promover conductas extremas, otros externaron compasión.
Wu Yongning nunca grabó un álbum musical ni ganó premios en cine, pero acumuló miles de vistas y atención gracias a actos al borde de la muerte. Su historia expone cómo la búsqueda de validación instantánea en redes sociales puede transformar la fama en detonador de tragedias.
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