Las semillas de marañón, también conocidas como anacardos, se están posicionando como un aliado fundamental en la lucha contra el cansancio. Su impacto positivo en la energía y el bienestar físico ha sido destacado por expertos en nutrición que subrayan sus beneficios para mantener una vida activa y saludable.
Estas semillas, que provienen del árbol Anacardium occidentale originario de Brasil, han ganado popularidad mundial gracias a su textura cremosa y a su versatilidad en la cocina. A menudo se consumen como un aperitivo nutritivo, aunque también son frecuentes en recetas tanto dulces como saladas. Al estar adheridas a un fruto carnoso conocido como "manzana de marañón", requieren un proceso de secado y tostado que elimina una cáscara tóxica, haciéndolas aptas para el consumo.
Perfil nutricional y beneficios para la energía
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) señala que una porción de 28 gramos, que equivale a aproximadamente 15 a 20 semillas de marañón, proporciona una serie de minerales esenciales como magnesio, hierro, cobre, fósforo, zinc y potasio. Estos nutrientes son vitales, especialmente para las personas activas o aquellas que enfrentan un desgaste físico y mental considerable en su día a día.
Entre los nutrientes destacados, el hierro es crucial, dado que participa en la formación de hemoglobina, la cual es indispensable para el transporte de oxígeno a las células. La falta de este mineral puede llevar a la sensación de cansancio, haciendo que su consumo regular a través de fuentes vegetales como las semillas de marañón, sea beneficioso para quienes buscan evitar la anemia y mantener su vitalidad.

Asimismo, el magnesio presente en estas semillas contribuye a más de 300 reacciones metabólicas, muchas de ellas vinculadas con la producción de energía y el funcionamiento muscular. La Mayo Clinic advierte que una deficiencia en magnesio puede facilitar la aparición de la fatiga constante, por lo que resulta fundamental asegurar un adecuado aporte de este mineral.
El contenido de cobre en las semillas de marañón es superior al de otras nueces, y este mineral desempeña un rol crítico en la producción de adenosín trifosfato (ATP), la principal forma de energía utilizada por las células. Un insuficiente suministro de cobre puede provocar síntomas de fatiga y debilidad, por lo que incluir estas semillas en la dieta puede ser altamente beneficioso.
Consumo recomendado y formas de incluirlas en la dieta
Para optimizar los beneficios energéticos que ofrecen las semillas de marañón, se recomienda su inclusión diaria en la dieta. La Fundación Española de Nutrición (FEN) y el USDA sugieren consumir entre 15 y 20 unidades al día, lo que se traduce en un puñado convencional. Estas cantidades ayudan a obtener el magnesio, hierro y cobre necesarios sin excederse en calorías, favoreciendo el bienestar general y previniendo el cansancio.
- Incluir semillas de marañón en el desayuno o como un snack saludable.
- Mezclarlas con yogur o añadirlas en ensaladas.
- Consumirlas antes de realizar actividades cognitivas o físicas intensas para asegurar una liberación constante de energía.
El contenido de proteínas y grasas insaturadas en las semillas de marañón además permite liberar energía de forma sostenida, lo que optimiza el rendimiento físico y mental. De este modo, no solo prolongan la sensación de saciedad, sino que también estabilizan los niveles de glucosa en sangre, contribuyendo a un mejor estado de energía a lo largo del día.