Una nueva revelación sobre la vida del "Divo de Juárez" ha sorprendido a sus seguidores: según un reciente documental, Juan Gabriel habría recurrido a la orinoterapia. El cantante usaba este método para atender sus problemas de salud, una práctica alternativa que él prefería debido a su desconfianza hacia los tratamientos médicos.
El documental que explora la trayectoria del icónico cantante mexicano expone que Juan Gabriel rechazaba acudir a hospitales y médicos tradicionales. Esta falta de confianza lo llevó a optar por métodos naturales con la intención de aliviar distintos malestares físicos que enfrentó durante sus últimos años.
Entre ellos destacaría la orinoterapia, una práctica poco conocida pero muy controversial dentro del ámbito de la salud. La orinoterapia, también llamada urinoterapia o auto-orina, consiste en utilizar la propia orina con supuestos fines curativos o cosméticos.
Algunos creyentes aseguran que puede ayudar a regular hormonas, fortalecer el sistema inmunológico o mejorar la piel. Su uso puede ir desde ingerir pequeñas cantidades hasta aplicarla en zonas específicas del cuerpo.
Más del método para curarse que usaba Juan Gabriel
Para quienes la defienden, se trata de un método "antiguo y natural" que promueve el bienestar general. Sin embargo, esta técnica no cuenta con respaldo científico. Expertos en salud señalan que la orina es un desecho del organismo compuesto por urea, sales, ácido úrico y otras sustancias que el cuerpo expulsa precisamente porque ya no le son útiles.
Reintroducirla mediante consumo o aplicación directa puede causar molestias intestinales, infecciones, daños renales y otros efectos adversos, especialmente si existe contaminación. Por ello, la comunidad médica considera la orinoterapia como una pseudoterapia sin eficacia comprobada.
En el caso de Juan Gabriel, su inclinación hacia terapias alternativas se habría originado por una profunda desconfianza hacia los doctores. A lo largo de su vida enfrentó problemas como diabetes, hipertensión y dolores articulares, pero evitaba tratamientos clínicos o visitas a especialistas.
Según testimonios cercanos, prefería mantener un estilo de cuidado más "natural", lo que lo llevó a ensayar métodos no tradicionales como la orinoterapia

