En un emocionante encuentro entre Bayern Múnich y Union Berlín, el equipo dirigido por Thomas Tuchel se alzó con una crucial victoria por 1-0 en el Allianz Arena. Sin embargo, el partido estuvo marcado por un incidente violento entre Nenad Bjelica, técnico del Union Berlín y Leroy Sané, jugador del Bayern, que dejó boquiabiertos a los espectadores y desencadenó un verdadero escándalo en la Bundesliga.
El momento crítico ocurrió en el minuto 76, cuando la pelota salió por la línea lateral cerca del banco de suplentes del Union Berlín. El delantero alemán Leroy Sané intentó recuperar rápidamente el balón para realizar un saque de banda, pero el entrenador croata Nenad Bjelica tomó la pelota y se desató la polémica.
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— Sir ALTINAY (@AItinay) January 24, 2024
Técnico del Unión Berlín trató de agredir a Leroy Sané
Bjelica ocultó el balón a Sané, quien, molesto, intentó recuperarlo con un manotazo. La situación escaló cuando el entrenador respondió con un puñetazo directo al rostro del jugador. A pesar de no impactar completamente, el incidente provocó una pelea en la que intervino el cuarto árbitro para separar a los involucrados.
La reacción violenta de Bjelica no pasó desapercibida para el árbitro principal, Frank Willenborg, quien no dudó en mostrarle la tarjeta roja al entrenador. Además, Sané recibió una amonestación por su participación en la trifulca. Bjelica, una vez expulsado, se dirigió hacia la zona de las gradas, intercambiando insultos con los aficionados del Bayern Múnich, según informó el diario alemán Bild.
En declaraciones a Sky, Bjelica justificó su comportamiento inicial al explicar que Sané lo empujó, provocando su reacción. Sin embargo, al revisar la escena en el monitor, el entrenador croata admitió que su respuesta no fue la adecuada: «Esto no se puede tolerar. Entiendo la tarjeta roja».
Cuando se le preguntó a quién quería disculparse, Bjelica mostró arrepentimiento solo hacia su equipo, argumentando que no tolera provocaciones. Por su parte, Thomas Tuchel, entrenador del Bayern Múnich, no respaldó la conducta de su colega: «No está bien. Es difícil defenderlo».