En un acto celebrado en su sede en Cooperstown, Estado de Nueva York, el legendario beisbolista dominicano David “Big Papi” Ortiz ingresó este domingo al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.

Ortiz, el extoletero de los Medias Rojas de Boston, cuyo bateo ayudó a impulsar al club a ganar tres Series Mundiales, fue incluido en el Salón en su primera elección.

El dominicano de 46 años formó parte del equipo que puso fin a la sequía de títulos de 86 años de Boston al ganar la Serie Mundial de 2004 y sumó después las coronas en 2007 y 2013, en esta última elegido el Jugador Más Valioso de la final.

Ortiz fue primera base y bateador designado en sus 20 temporadas en las Grandes Ligas, terminando su carrera con un promedio de bateo de .286 con 541 jonrones y 1.768 carreras impulsadas.

Fue contratado originalmente por los Marineros de Seattle en 1992, pero cambió en 1996 a los Mellizos de Minnesota, con quienes debutó en 1997. Fue liberado por Minnesota en 2003 y firmó con los Medias Rojas, con los que jugó hasta  2016.

El dominicano fue 10 veces All-Star en 14 temporadas con Boston, estableciendo un récord de temporada de los Medias Rojas con 54 jonrones en 2006.

Los Medias Rojas retiraron su número de camiseta, el 34, en 2017.

Ortiz fue el único jugador votado en el Salón en 2022 por la Asociación de Escritores de Béisbol de América, y fue nombrado en el 77,9% de las boletas en su primer año de elegibilidad.

Foto: Getty Images

Menos de 30 bateadores en la historia de las Mayores han cruzado el umbral de los 500 cuadrangulares y en 2015, en la temporada previa a retirarse, Ortiz puso su nombre en ese selecto grupo en un partido contra los Tampa Bay Rays en setiembre. El dominicano despachó dos batazos de cuatro esqunas para unirse al club.

En 2013, Boston vivió un horrible momento en el que hubo un atentado durante la maratón de la ciudad. La cara de los Medias Rojas, equipo que buscaba recuperar el espíritu de una ciudad herida, fue David Ortiz, quien dio un discurso que jamás será olvidado.

Ortiz, mostrando su sentido de solidaridad y el valor que siempre lo ha caracterizado, habló en las horas posteriores al atentado que cobró la vida de tres personas y que hirió a más de 250.

El quisqueyano dio un poderoso mensaje: “esta es nuestra jod… ciudad. Y nadie va a dictar nuestra libertad. Seamos fuertes”.