A cuatro días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, es un momento propicio para recordar uno de los hitos más importantes en la historia del deporte guatemalteco: la medalla de plata obtenida por Erick Barrondo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Esta medalla no solo es un símbolo de éxito y orgullo nacional, sino también un testimonio de la perseverancia y dedicación de un atleta que superó innumerables desafíos para alcanzar la gloria olímpica.

Guatemala, una nación con una rica historia y cultura, había participado en los Juegos Olímpicos desde 1952 sin lograr una medalla. Sin embargo, esta sequía terminó en 2012 cuando Erick Barrondo, un joven marchista de origen humilde, inscribió su nombre en los anales del deporte al ganar la medalla de plata en la prueba de 20 kilómetros marcha. Este logro no solo puso a Guatemala en el mapa del deporte olímpico, sino que también inspiró a una nueva generación de atletas guatemaltecos.

El camino de Erick Barrondo para llegar a la medalla de plata en Londres

Nacido el 14 de junio de 1991 en San Cristóbal Verapaz, en el departamento de Alta Verapaz, Barrondo creció en una familia trabajadora. Desde temprana edad, mostró un talento natural para el deporte, participando inicialmente en carreras de fondo. Sin embargo, tras sufrir una lesión en la rodilla, decidió cambiar su enfoque hacia la marcha atlética, una decisión que resultó ser crucial para su futura carrera deportiva.

El camino de Barrondo hacia los Juegos Olímpicos no fue fácil. Con una determinación inquebrantable, comenzó a destacar en competencias regionales y nacionales, ganándose un lugar en el equipo olímpico de Guatemala. Su preparación para Londres fue intensa y disciplinada. A medida que se acercaban los Juegos, Barrondo se convirtió en una figura prometedora en el mundo de la marcha atlética.

El 4 de agosto de 2012, en el marco del emblemático The Mall en Londres, Erick Barrondo compitió en la prueba de 20 kilómetros marcha. Desde el inicio de la carrera, mostró una estrategia inteligente y una técnica impecable. Manteniéndose siempre en el grupo puntero, Barrondo demostró una resistencia y concentración notables, superando a varios de los favoritos.

Conforme avanzaba la competencia, se hizo evidente que Barrondo tenía la posibilidad de ganar una medalla. En los últimos kilómetros, aceleró su ritmo, asegurándose el segundo lugar y cruzando la meta con un tiempo de 1:18:57. Esta medalla de plata fue la primera en la historia de Guatemala en unos Juegos Olímpicos, un logro que fue celebrado con júbilo en todo el país.

La medalla de plata de Barrondo tuvo un impacto profundo en Guatemala. Se convirtió en un héroe nacional, recibiendo homenajes y reconocimientos de diversas instituciones y personalidades. Su logro inspiró a muchos jóvenes guatemaltecos a perseguir sus sueños deportivos, demostrando que con esfuerzo y dedicación, es posible alcanzar metas extraordinarias.

Además, esta medalla puso en el foco la necesidad de apoyar y desarrollar el deporte en Guatemala, impulsando mejoras en infraestructura y programas deportivos. La historia de Barrondo sirvió como un recordatorio del potencial que tienen los atletas guatemaltecos y la importancia de proporcionarles el apoyo necesario para triunfar en el escenario internacional.

A lo largo de los años, Erick Barrondo ha continuado siendo una figura influyente en el deporte guatemalteco. Aunque ha enfrentado desafíos, lesiones y muchas críticas, su determinación y amor por la marcha atlética permanecen intactos. Ha participado en diversas competencias internacionales, llevando siempre con orgullo la bandera de Guatemala.

Con la cercanía de los Juegos Olímpicos de París 2024, el legado de Barrondo sigue vivo y probablemente París 2024 sea su última participación en Juegos Olímpicos, pero su nombre, sin duda alguna, quedará grabado en la historia del deporte guatemalteco.

Erick Barrondo
Foto: ESPN