El portero Sergio Romero, figura clave en Boca Juniors, ha sido noticia en los últimos días debido a un incidente ocurrido tras la derrota del equipo ante River Plate en el Superclásico disputado en La Bombonera. En un hecho que ha generado un debate entre los aficionados y el propio club, «Chiquito» Romero fue sancionado por su reacción a los insultos proferidos por algunos hinchas en las gradas, lo que ha traído consecuencias tanto deportivas como disciplinarias para el arquero.

El partido, que terminó con una derrota de Boca por 2-0 ante su clásico rival, dejó una atmósfera tensa entre los hinchas xeneizes. Tras el pitazo final, mientras los jugadores abandonaban el campo, Sergio Romero, visiblemente frustrado, fue blanco de insultos por parte de algunos aficionados en la platea. Aunque en un principio Romero intentó mantenerse al margen, uno de los insultos logró afectarlo de manera significativa, provocando que el arquero se detuviera, girara y reaccionara de forma poco habitual.

Romero con sanción ejemplar

Romero, que ha sido un referente de tranquilidad y profesionalismo a lo largo de su carrera, admitió que su respuesta no fue la correcta. En declaraciones posteriores, el arquero explicó lo sucedido y pidió disculpas públicas tanto al club como al hincha en cuestión. «Me insultó con tanta intensidad que me encontró en un mal momento. Estaba muy caliente pero tranquilo al mismo tiempo, pero cuando me llegó el insulto, se me fue la cabeza y volví. No quería que eso pasara, fue un error», dijo Romero, evidenciando su arrepentimiento.

El Consejo de Fútbol de Boca Juniors, liderado por figuras como Juan Román Riquelme, se reunió rápidamente para tratar el tema y evaluar las acciones a tomar. Tras escuchar la versión de Romero, quien nuevamente ofreció sus disculpas, el club decidió que lo más adecuado era aplicar una sanción que, aunque no es excesivamente severa, busca enviar un mensaje claro sobre la importancia de la conducta dentro y fuera del campo.

El club informó oficialmente a través de un comunicado que Romero no será convocado para los próximos dos partidos, enfrentando primero a Belgrano de Córdoba y posteriormente a Argentinos Juniors. Esta decisión implica que Leandro Brey, el joven arquero suplente, tomará su lugar bajo los tres palos en ambos encuentros, lo que supone una oportunidad importante para el joven portero de demostrar su valía.

En el comunicado, el club también aclaró que se han identificado a los tres aficionados responsables de provocar el incidente, y que se les aplicarán las sanciones correspondientes. «Nuestro club debe ser una gran familia, compuesta por hinchas, jugadores, empleados y directivos. Nos debemos respeto mutuo en todo momento y estar unidos por el bien del club», señalaba el mensaje, subrayando la importancia de la armonía entre todas las partes que conforman Boca Juniors.

Además de las medidas internas tomadas por el club, Sergio Romero también enfrentó consecuencias legales. La Policía, tras evaluar la situación, le impuso una contravención por incitación a la violencia, un hecho que el propio arquero reconoció al afirmar: «Hoy se generó un tumulto por mi culpa, así que firmé el acta». Si bien este tipo de sanciones no suelen ser graves, sí ponen de relieve la necesidad de mantener un comportamiento ejemplar, especialmente para un jugador de la talla y el renombre de Romero.