El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sancionado al Atlético de Madrid con el cierre parcial de su estadio, el Cívitas Metropolitano, durante tres partidos tras los graves incidentes ocurridos en el derbi madrileño de la octava jornada de La Liga. Este encuentro, que enfrentaba a los rojiblancos con el Real Madrid, se vio temporalmente interrumpido debido al lanzamiento de objetos desde la grada hacia el guardameta madridista, Thibaut Courtois. La sanción afecta principalmente a los sectores 127 a 133 de la grada baja del fondo sur, lugar desde donde se lanzaron los objetos. Además, el club fue multado con 45.000 euros por infracciones catalogadas como «muy graves».

La resolución del Comité destaca la gravedad de los hechos, subrayando que, aunque fue una minoría de los aficionados del Atlético de Madrid los responsables de los incidentes, el club no tomó las medidas adecuadas para prevenir esta conducta. Los lanzamientos de objetos, entre los que se encontraron mecheros y una botella de agua, obligaron al árbitro, Mateo Busquets Ferrer, a detener el encuentro en dos ocasiones. Finalmente, el partido se suspendió temporalmente durante 17 minutos, mientras se calmaba la situación y los jugadores se retiraban a los vestuarios.

Cierre parcial del Estadio Metropolitano

Uno de los puntos clave del informe arbitral fue la actitud del público presente en el estadio. El portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, quien había jugado previamente para el Atlético de Madrid, fue el principal objetivo de los ataques verbales y físicos, con cánticos ofensivos como «Courtois, muérete». El incidente se desató después de que el defensa Eder Militao anotara un gol para el equipo merengue, lo que exacerbó la tensión en la grada. La actuación del club al expulsar permanentemente del estadio a uno de los responsables, y su compromiso de identificar y sancionar a todos los involucrados, fue valorada por la RFEF, aunque se consideró insuficiente para evitar la sanción.

En su resolución, el Comité fue claro al señalar que las medidas tomadas por el Atlético de Madrid después de los hechos son «reactivas» y no preventivas, ya que se implementaron tras haber ocurrido los incidentes. Esto, según el organismo disciplinario, no es suficiente para mitigar las consecuencias deportivas y la mala imagen internacional que generan este tipo de comportamientos en una competición de alto nivel como La Liga. La suspensión temporal del partido por más de quince minutos y la necesidad de aplicar el protocolo de seguridad reflejan la magnitud de lo ocurrido.

Desde el Atlético de Madrid, se están evaluando las acciones legales a tomar. El club tiene un plazo de diez días hábiles para apelar la sanción ante el Comité de Apelación, y fuentes cercanas indicaron que la entidad ya está analizando el fallo para decidir si presentarán un recurso. En cuanto a las autoridades, el Gobierno de España, a través de la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, y el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, expresó la necesidad de imponer sanciones severas a los responsables de estos actos violentos.

Atlético Madrid ante Real Madrid
Foto: EFE