Este domingo 13 de octubre, las calles de Guatemala se llenaron de entusiasmo, solidaridad y energía con la realización de la 35ª edición de la Carrera Internacional de la Luz y el Sonido. Este evento, organizado anualmente por el Benemérito Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala, ha logrado consolidarse como uno de los más importantes y emblemáticos del país. Desde su creación en 1990, la carrera ha destacado por su enfoque inclusivo, permitiendo la participación tanto de personas con discapacidad visual y auditiva como de la sociedad en general, promoviendo la igualdad y el respeto.

El principal objetivo de la Carrera Internacional de la Luz y el Sonido es fomentar la plena inclusión social y destacar la necesidad de crear espacios accesibles para que todos, sin importar sus capacidades sensoriales o físicas, puedan disfrutar de una vida activa y saludable. La carrera no solo es una competencia deportiva, sino también una plataforma para visibilizar los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad, al mismo tiempo que se celebra su resiliencia y capacidad de superación.

Los detalles de la Carrera Internacional de la Luz y el Sonido

A lo largo de los años, este evento ha reunido a miles de corredores, tanto guatemaltecos como internacionales, quienes participan en una jornada donde lo importante no es solo cruzar la meta, sino apoyar una causa noble. La Carrera Internacional de la Luz y el Sonido ha sido un faro de esperanza para muchos, recordándonos la importancia de la inclusión y la empatía en nuestra sociedad.

Este año no fue la excepción. Con un recorrido que abarcó la Avenida Reforma en la Ciudad de Guatemala, la carrera contó con la participación de cientos de corredores, quienes, desde tempranas horas de la mañana, se dieron cita en la línea de salida. El ambiente estuvo marcado por la alegría y la camaradería, con familias, amigos y personas de todas las edades participando activamente.

Al finalizar el recorrido, todos los participantes recibieron un diploma de participación, reconociendo su esfuerzo y dedicación. Este sencillo pero significativo gesto es una muestra del compromiso del Benemérito Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala con cada uno de los corredores, sin importar su tiempo o posición en la carrera.

Además del aspecto deportivo y social, la Carrera Internacional de la Luz y el Sonido tiene un importante componente benéfico. El costo de inscripción para participar fue de 100 quetzales, y todo lo recaudado será destinado a los programas sociales y educativos que impulsa el Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala. Estas iniciativas benefician a cientos de personas con discapacidad en todo el país, brindándoles acceso a servicios de salud, educación y oportunidades para su desarrollo personal y profesional.

Foto: Alex Meoño
Foto: Alex Meoño