En la guerra y el amor todo es válido, suele decir un refrán, el cual también ha sido aplicado en el futbol, y muestra de ello, ayer quedó plasmado durante el partido eliminatorio mundialista entre las selecciones de Venezuela y Brasil, por la fecha 11 de la Conmebol.

Brasil se adelantó en Maturín con anotación de Raphinha (43), pero Venezuela empató gracias al gol de Telasco Segovia (46). En la recta final del partido, Brasil encaró a los locales en busca de la victoria.

El árbitro del partido añadió cinco minutos: Se jugaba el 90+3 cuando Brasil ejecutó un tiro de esquina, el cual rechazó bien la defensa venezolana, y al momento de ir a recoger la pelota un jugador brasileño, de forma inesperada se activaron los aspersores del estadio Monumental provocando que el colegiado Andrés Rojas detuviese el partido.

Este hecho insólito (provocado) cortó abruptamente el ataque de Brasil, por lo que sus jugadores reclamaron airosos al árbitro del compromiso.

Vinícius explotó. Toda la rabia que contenía el brasileño lo dejó fluir en ese momento: Había fallado un penalti, había provocado una expulsión, pero se sintió muy atacado por esa acción que detuvo el partido un par de minutos.

Algunos jugadores intentaron apagar los aspersores pisándolos, situación que no ayudó en nada. Segundos después de la activación de los mismo, estos dejaron de funcionar, por lo que el partido continuó.

Provocación de Vinícius

Al igual que lo hace en el Real Madrid, esta vez, Vinícius lo hizo en Maturín, Venezuela, reclamar, reclamar y reclamar. Además de tener constantes diálogos, donde seguramente cruzó algún insulto con sus adversarios.

Le reclamó a los rivales, le reclamó al árbitro, entró en discusión con personeros de la banca. Todo ello después de que fuese incapaz de convertir un penalti, ya que quiso hacerla como un jugador de Balón de Oro, pero terminó fallándola.

Vinícius también provocó una roja, al cuerpear al jugador Alexander González, quien infantilmente cayó en el juego del brasileño y respondió con un golpe, situación que ameritó una expulsión.

Al final, Brasil debió conformarse con un empate  1-1, idéntico resultado que sacó Venezuela en territorio  brasileño para dejar una fría y dura estadística en contra de la “Canarinha”: En el  camino al Mundial 2026 no le pudo ganar a la “Vinotinto”.