El Club Deportivo Malacateco ha sido nuevamente protagonista de la polémica en el fútbol guatemalteco, esta vez no por su desempeño dentro del terreno de juego, sino por graves fallas en el ámbito extradeportivo. El pasado miércoles, el partido entre Malacateco y Antigua GFC fue tendencia tras un altercado ocurrido en las calles aledañas del municipio, en el que hinchas del conjunto local y jugadores del equipo visitante se enfrentaron físicamente en las afueras de un centro comercial. Sin embargo, la sanción impuesta por la Liga Nacional no responde directamente a este incidente, sino a otro hecho igualmente preocupante: la falta de seguridad durante el partido.
Según el acta arbitral firmada por Orlando Alvarado, al término del encuentro el cuerpo arbitral vivió momentos de alta vulnerabilidad. El informe detalla que no se les brindó el resguardo necesario para ingresar a los camerinos, lo que permitió que un grupo de aficionados de Malacateco los agrediera verbalmente e incluso les lanzara objetos. A esto se suma que los vehículos del equipo arbitral fueron vandalizados, con llantas pinchadas y rayones provocados por objetos punzocortantes, situación que obligó a la Policía Nacional Civil a escoltarlos fuera del estadio y del municipio.
Fuerte multa al Deportivo Malacateco
Este tipo de incidentes no son nuevos en el estadio de Malacatán. En ocasiones anteriores, otros equipos y árbitros han sido blanco de amenazas y agresiones en este recinto. Un caso recordado es el de los jugadores de Cobán Imperial, quienes años atrás fueron intimidados con machetes por supuestos aficionados locales. La reincidencia de estos hechos ha generado preocupación entre los actores del fútbol nacional, que claman por medidas más estrictas para garantizar la seguridad.
Frente a esta grave situación, el Órgano Disciplinario de la Liga Nacional decidió imponer una severa sanción al Club Deportivo Malacateco. La resolución contempla una multa de quince mil quetzales (Q15,000.00) por el lanzamiento de objetos al terreno de juego, y una multa adicional de veinte mil quetzales (Q20,000.00) por no cumplir con los requisitos de seguridad estipulados en el reglamento. Además, se advierte que cualquier aficionado identificado como responsable de los disturbios será vetado por dos años del ingreso a los estadios.