Un hallazgo arqueológico en Gisr el-Mudir, Saqqara, ha captado la atención de expertos y curiosos por un detalle peculiar: una estatua de hace más de 4.500 años, que representa a un noble del Antiguo Egipto, fue encontrada junto a una puerta falsa con la inscripción "Messi". La escultura fue recuperada en 2021 y destaca por representar juventud, vitalidad y fuerza, cualidades que la hacen "única", según los arqueólogos.
La figura masculina se encuentra erguida, con el pie izquierdo adelantado, en una postura típica del Imperio Antiguo. Tiene cabello corto y trenzado, así como una falda semi-gofrada. El artista prestó especial atención a los hombros, brazos y pectorales, reflejando un nivel de detalle que destaca incluso entre otras esculturas del período.
Junto a esta figura hay otras dos esculturas que completan una escena familiar: una mujer, probablemente su esposa, arrodillada sujetando su pierna derecha y apoyando su rostro en ella, y una niña que se presume es su hija, tallada en bajorrelieve, mostrando la creatividad y habilidad del artista al representar diferentes figuras en una misma composición.
Así encontraron la estatua
El hallazgo fue hecho sin un contexto arqueológico claro, lo que sugiere que pudo haber sido abandonado por saqueadores de tumbas cercanas. Según el exministro de Antigüedades Zahi Hawass, la estatua estaba oculta bajo la arena cerca de una puerta falsa con la inscripción "Messi", que correspondería al nombre del noble y no tiene relación con el futbolista contemporáneo. Las puertas falsas eran comunes en las tumbas egipcias, ya que se creía que permitían al espíritu del difunto entrar y salir de la tumba.
La escultura mide poco más de 103 centímetros de altura y, además de su valor histórico, ha generado curiosidad por la coincidencia del nombre "Messi", lo que ha despertado interés en medios y público general, demostrando que incluso las piezas milenarias pueden resonar en la cultura popular actual.