El nombre de Omar Bravo, máximo goleador histórico de las Chivas de Guadalajara y figura de la Selección mexicana en Alemania 2006, hoy se encuentra en el centro de un caso judicial que podría marcar un antes y un después en su vida personal y en su legado deportivo. El exfutbolista fue detenido el pasado sábado 4 de octubre en Zapopan, Jalisco, acusado de presunto abuso sexual infantil agravado, un delito que, de ser comprobado, podría costarle hasta 20 años de prisión.
La Fiscalía del Estado de Jalisco informó que Bravo fue capturado tras una orden de aprehensión girada por el Juzgado Décimo de Control. La denuncia señala que el exjugador habría abusado en distintas ocasiones de una menor de edad, hija de su expareja, y que incluso existirían videos como prueba. Tras su detención, fue trasladado al penal de Puente Grande y permanece bajo prisión preventiva, mientras se resuelve si es vinculado a proceso en los próximos días.
De acuerdo con el Código Penal de Jalisco, los artículos 142-L y 142-Ñ prevén penas que van de 12 a 20 años de cárcel por abuso sexual infantil agravado, con la posibilidad de aumentar dependiendo de la gravedad de las pruebas y reincidencia.
Omar Bravo fue designado como embajador del Mundial
El impacto trasciende lo legal y llega al ámbito deportivo. Bravo, de 44 años, había sido designado como embajador de Guadalajara rumbo al Mundial 2026, rol que ahora queda en entredicho. La organización local del evento ya adelantó que esperará la resolución judicial para definir su continuidad, aunque todo apunta a que sería removido de esa posición.
Omar Bravo fue durante casi dos décadas referente del futbol mexicano: campeón con Chivas en 2006, bicampeón de Copa Oro con México y goleador en Mundiales. Sin embargo, hoy su historia se encuentra en un punto de quiebre. Si la justicia confirma los señalamientos, el exdelantero que llenaba estadios podría pasar gran parte de su vida en prisión, lejos de los reflectores que alguna vez lo consagraron.