Este miércoles, R. Kelly fue sentenciado a 30 años de prisión, nueve meses después de que fuera declarado culpable por cargos federales de crimen organizado y tráfico sexual.

Según la investigación, por varios años el cantante usó su fama para captar a sus víctimas, algunas de ellas solo niñas, de las que abusó sexualmente.

“R. Kelly Kelly es un depredador. Esta es una victoria para sus víctimas, la justicia y para los futuros sobrevivientes de agresión sexual”, dijo Breon Peace, fiscal federal, tras la sentencia.

La jueza federal de distrito Ann Donnelly impuso la sentencia tras escuchar a varias sobrevivientes que dieron fe de cómo la explotación del artista repercutió en sus vidas.

El músico, cuyo nombre completo es Robert Sylvester Kelly, escuchó los testimonios de siete mujeres, muchos de ellos entre lágrimas, que volvieron a recordar frente a él el sufrimiento y las consecuencias de los abusos a los que las sometió.

Sentencia para el cantante

La fiscalía le había solicitado al tribunal de Brooklyn 25 años de cárcel para el autor de “I Believe I Can Fly”, quien reclutó a adolescentes y mujeres para mantener relaciones sexuales. El ministerio público alega que la estrella del R&B de los años 1990 todavía “representa un serio peligro público”.

En septiembre, un jurado en Nueva York le declaró culpable de once cargos, entre ellos crimen organizado.

“Sus actos eran insolentes, manipuladores, controladores y coercitivos. No demostró ningún arrepentimiento ni respeto por la ley”, sostuvo la fiscalía en un documento, en el que aseguraba que una “sentencia larga de cárcel disuadirá a otros – ricos, famosos y con poder excesivo como el que otorga su estatus – de cometer este tipo de delitos”.

La defensa había solicitado que la sentencia no supere los 17 años. Pero el fallo de este miércoles no pondrá fin a sus problemas con la justicia.

A partir del 15 de agosto está previsto el inicio de otro juicio en un tribunal de Chicago, donde R. Kelly y dos colaboradores están acusados de manipular un juicio de 2008 por pornografía y ocultar años de abusos a menores.

También tiene cuentas pendientes con la justicia en otros dos estados, él actualmente está preso en una cárcel de Brooklyn.