Desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, el Instituto Guatemalteco de Migración ha registrado el ingreso de 395 ucranianos a Guatemala. Según se detalló, se tiene registro de que 357 han arribado por motivos de turismo, quienes pueden permanecer hasta 90 días en territorio guatemalteco, 14 por estudios, 22 por residencia activa y 2 personas que han ingresado de manera oficial.
También se tiene registro de cuatro solicitudes de refugio en el país de personas ucranianas a quienes se les han brindado el apoyo correspondiente desde el Departamento de Reconocimiento del Estatuto de Refugiado.
#AHORA Desde el inicio del conflicto ruso-ucraniano, @MigracionGuate ha registrado el ingreso de 395 personas de Ucrania 🇺🇦 a Guatemala. De este número, 357 han ingresado por motivos de turismo y pueden permanecer hasta 90 días en territorio nacional; 14 por estudios (1/2) pic.twitter.com/vx4YLQfrLb
— Publinews Guatemala (@PublinewsGT) November 8, 2022
Refugio
Tras la invasión rusa de Ucrania, el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei giró instrucciones para “la atención humanitaria de ucranianos” que quisieran ingresar al país.
“Las familias ucranianas que deseen buscar protección en otro país para escapar del conflicto tendrán asegurado un refugio en Guatemala“, afirmó el 6 de marzo pasado el gobernante guatemalteco, en un mensaje televisado.
Procedencia
La mayoría de las familias acogidas en el país son parientes de empleados ucranianos de las empresas mineras de níquel CGN y PRONICO, subsidiarias de la suiza Solway Investment Group, estimó en aquella ocasión a la AFP David Orellana, gerente de Relaciones Públicas de ambas firmas. CGN y PRONICO, que operan en el noreste indígena del país, albergan a 75 trabajadores de Ucrania y a 80 de Rusia, explicó.
Las empresas hermanas han estado en el foco público por señalamientos de contaminación y recientemente una investigación de medios internacionales denunció a sus dirigentes de compra de favores, intimidación a opositores y ocultar daños ambientales, acusaciones que Solwey rechazó.