Integrantes de la comunidad Lev Tahor realizaron una manifestación el viernes 17 de enero frente al Palacio Nacional de la Cultura, en la zona 1 de Ciudad de Guatemala, buscando una reunión con el presidente Bernardo Arévalo.
Este encuentro se produce en medio de una creciente tensión entre la comunidad y las autoridades guatemaltecas, que ha resultado en serias acusaciones sobre la situación de sus miembros.
Demandas de justicia y cese de la persecución
Los líderes de Lev Tahor, un grupo religioso judío, explicaron que su intención al acudir al Palacio Nacional es establecer contacto con el Gobierno para abordar lo que consideran una "persecución injusta" en su contra. En la reciente ola de señalamientos, los miembros del grupo defienden su inocencia y argumentan que las acusaciones provienen de denuncias falsas.
En la manifestación, los integrantes, portando pancartas y utilizando megáfonos, exigieron la inmediata detención de lo que describen como un "ataque inhumano". Aseguraron que las acusaciones hechas por cuatro jóvenes que abandonaron la comunidad son infundadas, y uno de ellos ha testificado que recibió sobornos para hacer declaraciones falsas.
Lev Tahor también condenó la reciente separción forzada de madres de sus hijos, que ocurrió el 15 de enero, cuando más de 500 agentes intervinieron de forma violenta. Esta acción causó un "sufrimiento indescriptible", según los manifestantes, quienes describieron el evento como un "abuso inhumano". Además, indicaron que un nuevo allanamiento ocurrió recientemente en el que se detuvo a un joven con autismo bajo acusaciones de explotación.
A través de un comunicado, los representantes de Lev Tahor hicieron un llamado a la población guatemalteca para que se unan a su causa y apoyen su demanda para recuperar a sus hijos. "Exigimos que cese este ataque inhumano y que el gobierno detenga esta persecución injusta. Necesitamos su apoyo para detener este sufrimiento", manifestaron los miembros del grupo.
Defensa de su espacio y críticas al gobierno
Otro tema importante abordado por los integrantes de Lev Tahor en su protesta fue la situación de un cementerio ubicado en el área de Oratorio, Santa Rosa. Aclararon que este lugar no es clandestino, sino un espacio judío autorizado, donde han enterrado a una niña que falleció a los dos meses de vida debido a problemas de salud.
Los representantes de Lev Tahor también expresaron su preocupación por lo que consideran una "sumisión vergonzosa" del Gobierno de Guatemala ante las presiones externas, sobre todo de Israel. Aseguraron que las acciones del gobierno guatemalteco han priorizado los intereses de otros países por encima de los derechos humanos de su comunidad. "Las autoridades de Guatemala parecen priorizar los intereses de Israel y otros países sobre los derechos humanos de nuestra gente", concluyeron.
La manifestación de Lev Tahor se suma a una serie de eventos y acusaciones que han hecho pública la compleja situación que enfrenta esta comunidad en Guatemala, generando un debate sobre la protección de los derechos humanos y las implicaciones de la presión internacional en las decisiones gubernamentales.