El hospital Roosevelt activó su protocolo de seguridad debido a que se recibió una llamada en la que se amenazaba al personal médico del centro asistencial. La presencia policial fue reforzada, mientras que los servicios continúan atendiendo con regularidad.
La directora del hospital, Ana Johana Samayoa, brindó detalles este viernes 3 de octubre, durante el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, acerca de este nuevo incidente que afecta a los profesionales de la salud y mantiene atentas a las autoridades.
"Fue una llamada telefónica que ingresó a la planta telefónica a la 1:15 del miércoles. Entonces, ya con esto se activa el protocolo del Comité de Riesgo que tiene el hospital y se procede a hacer la denuncia en el Ministerio Público", explicó.
Según sus palabras, era una amenaza contra el cuerpo médico donde se mencionaba que podía sufrir un ataque. En ese sentido, además de notificar al ente investigador, se solicitó apoyo a la Comisaría 14, a la que corresponde por tema de cobertura, y su personal ha estado apoyando.
Se reforzó la vigilancia policiaca, se presentaron investigadores de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC), de la PNC, para hacer el análisis, revisiones, entrevistas al personal, e iniciar con el proceso de investigación.
La entrevistada aseguró que, tomando en cuenta que solo se ha tenido una llamada y las autoridades ya han intervenido sin que se tengan otros riesgos detectados hasta ahora, no se suspendieron turnos ni consultas.
"Toda la situación estuvo controlada, porque no podemos ignorar la llamada, pero todo siguió con normalidad", indicó.
Medidas de seguridad para visitantes
La doctora Samayoa explicó que, desde una situación similar que se dio el año pasado, donde hubo llamadas de amenaza por supuestas bombas en el hospital, se fortalecieron las medidas de seguridad y controles en los ingresos al recinto.
Por ello, recordó que para visitar a los pacientes únicamente se permite el ingreso de una persona a la vez. El familiar debe dejar su DPI y se le entrega una tarjeta de acceso y es solo hasta que este primer visitante sale que puede ingresar otro. Esto se hace para tener un mejor control de quiénes se encuentran en el lugar. Además, no pueden entrar llevando bolsas, mochilas, gorras o lentes.