Este sábado, el fútbol español vivirá una jornada histórica con la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Real Madrid, dos gigantes que protagonizarán el primer gran evento deportivo en la renovada Cartuja de Sevilla. El estadio, completamente transformado, se presenta como el nuevo estandarte del fútbol nacional y se une a los modernizados Camp Nou y Santiago Bernabéu como uno de los tres principales recintos cinco estrellas de cara al Mundial de 2030, que España organizará junto a Portugal y Marruecos.
Las obras de remodelación del Estadio La Cartuja concluyeron recientemente, justo a tiempo para acoger este trascendental encuentro. La intervención ha sido profunda y ambiciosa, orientada a transformar un recinto originalmente diseñado para el atletismo en un estadio de fútbol moderno, funcional y espectacular. Se eliminaron por completo las pistas de atletismo, permitiendo la construcción de un nuevo anillo de graderío que acerca a los espectadores al terreno de juego, incrementando no solo la capacidad del estadio sino también la intensidad de la experiencia deportiva.
La renovación del Estadio La Cartuja
La nueva Cartuja puede albergar ahora hasta 72.000 espectadores, un aumento de más de 15.000 asientos respecto a su configuración original. Todos los asientos están cubiertos, lo que garantiza confort en cualquier condición climática. Además, se ha trabajado en la acústica del recinto, generando una atmósfera envolvente que promete convertirse en un factor clave durante los encuentros, especialmente en partidos de alto voltaje como el clásico de este sábado.
El proceso de renovación también incluyó el levantamiento completo del césped, las porterías y los banquillos para facilitar la reestructuración. El nuevo tapiz verde ha sido cuidadosamente replantado y estará en condiciones óptimas para el enfrentamiento entre los culés y los merengues. Cada detalle ha sido afinado con precisión, garantizando que La Cartuja esté a la altura de los estándares internacionales más exigentes.
Daniel Oviedo, gerente de la Sociedad Estadio de La Cartuja, ha señalado que esta transformación se asemeja a la que vivió en su momento el estadio de la Real Sociedad, el actual Reale Arena, donde también se retiraron las pistas de atletismo para acercar al público al espectáculo deportivo. Esta estrategia ha demostrado ser exitosa en términos de ambiente y conexión entre los aficionados y el equipo, algo que se busca replicar en el estadio sevillano.
La historia de La Cartuja se remonta al 5 de mayo de 1999, fecha de su inauguración con motivo del Mundial de Atletismo, dentro del marco de una candidatura olímpica que, aunque ambiciosa, nunca llegó a concretarse. Situado en la Isla de la Cartuja, junto al emblemático recinto de la Expo 92, el estadio ha sido testigo de numerosos eventos deportivos y culturales a lo largo de los años. Hoy, gracias a esta renovación, inicia un nuevo capítulo en su historia.
Además de ser el escenario de esta gran final, el futuro de La Cartuja está estrechamente ligado al fútbol de élite, ya que el Real Betis hará uso del estadio como sede temporal durante las obras de remodelación del Benito Villamarín. Esta mudanza, que comenzará antes del inicio de la próxima temporada, consolidará aún más la presencia de La Cartuja en la vida diaria de LaLiga.
Con esta remodelación, Sevilla se posiciona una vez más como una de las grandes ciudades del deporte español y europeo. La nueva Cartuja no solo será sede de grandes finales y partidos internacionales, sino también un referente arquitectónico y funcional que acompañará a España en su camino hacia el Mundial de 2030. Un estadio renovado, una ciudad orgullosa y una afición que espera, con ilusión, vivir noches inolvidables bajo las luces del nuevo coloso andaluz.
