El fútbol guatemalteco enfrenta un nuevo revés con la eliminación de la Selección Femenina de Guatemala en las preliminares de la Copa Oro W. En un encuentro crucial contra El Salvador, las guatemaltecas no pudieron asegurar la victoria, cayendo 3-1 y perdiendo así la oportunidad de clasificar. Tras el partido, la entrenadora Karla Alemán ofreció sus impresiones en una emotiva conferencia de prensa.

«Terminar con un marcador así no es sencillo, duele», expresó Alemán. La derrota deja un amargo sabor, pero la entrenadora destacó el esfuerzo y la entrega de sus jugadoras hasta el último minuto. «No estoy dolida con el esfuerzo de las chicas que lucharon hasta el final», agregó, reconociendo el compromiso mostrado en el campo a pesar de las dificultades.

Alemán confía en el proceso

Alemán descartó etiquetar esta eliminación como un fracaso. En cambio, la considera como parte de un proceso de construcción que marca un hito para la Selección Femenina. «No por ganar se es mejor ni por perder se es peor, ante una pérdida retirarse como entrenadora, pues tendríamos muchos entrenadores sin trabajo, no es una razón para dejar de dirigir a un grupo de jugadoras. ¿fracaso? Esa palabra no ha pasado por ningún momento en mi cabeza, porque nosotras no traicionamos este compromiso. Construir no es fácil, requiere tiempo y apenas es nuestra primera entrada a un preliminar de una Copa Oro, para mi esto se llama avance».

En medio de la adversidad, la delantera Ana Lucía Martínez se erigió como un punto brillante para Guatemala al marcar el único gol del equipo en el partido. Su calidad y determinación en el campo demostraron el potencial del talento guatemalteco. Sin embargo, su esfuerzo individual no fue suficiente para superar el dominio de El Salvador.

Si bien esta eliminación es un golpe para la Selección Femenina, también representa un paso hacia adelante en su camino hacia la excelencia. Aunque se quedaron a las puertas de clasificar para su primera Copa Oro W en la historia, el equipo tiene la oportunidad de aprender y crecer a partir de esta experiencia. La derrota ante El Salvador sirve como motivación para redoblar esfuerzos y continuar trabajando hacia el objetivo de alcanzar el éxito en futuras competiciones internacionales.