Jerry West, una de las figuras más influyentes y respetadas del baloncesto, falleció pacíficamente en su hogar a los 86 años. Conocido por ser la inspiración detrás del icónico logotipo de la NBA, West dejó un legado indeleble en el mundo del baloncesto, tanto dentro como fuera de la cancha.

Jerry West, oriundo de Chelyan, West Virginia, fue una superestrella desde sus inicios. Destacó como jugador en la escuela secundaria y en la Universidad de West Virginia antes de ser seleccionado como co-capitán del equipo de baloncesto de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 1960, donde ganó una medalla de oro. Su carrera profesional comenzó y terminó con los Lakers de Los Ángeles, donde jugó durante 14 temporadas, acumulando logros que lo convirtieron en una leyenda del deporte.

Jerry West, leyenda indiscutible de la NBA

Durante su carrera en la NBA, West fue seleccionado para el Juego de las Estrellas en cada temporada y obtuvo 12 selecciones All-NBA, además de cinco apariciones en el equipo All-Defensive. A pesar de sus destacadas actuaciones, West solo ganó un título de la NBA en 1972, aunque hizo nueve viajes a las Finales, enfrentándose a los poderosos Celtics de Boston en seis ocasiones, perdiendo en todas ellas menos una.

En 1969, a pesar de perder las Finales ante los Celtics, West fue galardonado con el premio MVP de las Finales, el único jugador en la historia de la NBA en recibir este honor perteneciendo al equipo perdedor. En esa serie, promedió 37.9 puntos por partido, destacándose por su tenacidad y habilidades excepcionales.

West era conocido como “Mr. Clutch” debido a su habilidad para realizar tiros decisivos en momentos críticos. Uno de los momentos más memorables de su carrera fue un tiro de 60 pies sobre la bocina que llevó el Juego 3 de las Finales de 1970 contra los New York Knicks a tiempo extra. Su capacidad de anotación era sobresaliente, y junto con Wilt Chamberlain y Oscar Robertson, fue uno de los primeros en alcanzar los 25,000 puntos en la NBA. A lo largo de su carrera, promedió 27 puntos, 6.7 asistencias y 5.8 rebotes por partido.

El fallecido comentarista de los Lakers, Chick Hearn, describió a West como alguien que tomaba las derrotas de manera muy personal. “Se sentaba solo y miraba al vacío. Una derrota simplemente le destrozaba el alma”, decía Hearn. Esta búsqueda incansable de la perfección lo llevó a convertirse en uno de los mejores ejecutivos en la historia de la NBA.

Después de su carrera como jugador, West se convirtió en un brillante gerente general. Fue el arquitecto de los equipos de los Lakers que dominaron la NBA en la década de 1980, conocidos como el “Showtime“. Durante su gestión, los Lakers ganaron cinco campeonatos en esa década. Además, West fue fundamental en la contratación de Shaquille O’Neal y el intercambio de los derechos de draft de Kobe Bryant, lo que sentó las bases para otros cinco títulos entre 2000 y 2010.

En su tiempo con los Grizzlies de Memphis, West continuó demostrando su habilidad para construir equipos competitivos, llevándolos a sus primeras apariciones en los playoffs. Luego, se unió a los Warriors de Golden State en 2011, donde jugó un papel crucial en la construcción de una de las dinastías más recientes de la NBA, oponiéndose a un posible intercambio de Klay Thompson y reclutando a Kevin Durant. Posteriormente, se unió a los Clippers de Los Ángeles, contribuyendo al reclutamiento de Kawhi Leonard y al intercambio por Paul George.

Además de sus logros en el baloncesto, West fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad en 2019. Sin embargo, su vida personal no fue tan afortunada como su carrera profesional. Hijo de un electricista de una mina de carbón en West Virginia, tuvo una infancia marcada por la tragedia, incluida la muerte de su hermano mayor en la Guerra de Corea. West se convirtió en un defensor de la salud mental, compartiendo su lucha contra la depresión en su libro de memorias “West by West: My Charmed, Tormented Life”, publicado en 2011.

Jerry West dejó una marca imborrable en el baloncesto y en todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar con él. Su dedicación, pasión y búsqueda de la excelencia lo convirtieron en una figura legendaria, no solo en la NBA, sino en todo el deporte.

En una emotiva declaración durante la “Noche de Jerry West” en 1972, Bill Russell expresó: “El mayor honor que un hombre puede tener es el respeto y la amistad de sus compañeros. Tú tienes eso más que cualquier hombre que conozca. Jerry, eres, en todos los sentidos de la palabra, verdaderamente un campeón. Si pudiera pedir un deseo, sería que siempre fueras feliz.”

Uno de los cinco hijos de West, Jerry, sigue los pasos de su padre como cazatalentos profesional para los Pistons de Detroit, asegurando que el legado de Jerry West continúe vivo en el mundo del baloncesto.